8-Libros

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-Es tuya, te la estoy regalando.

-¿Me regalaste una librería?- Le dije casi sin poder respirar.

-Sé que amas los libros, y yo te amo a ti, así que te compre una librería-

-¿Sabes lo que acabas de hacer?

-Sí, lo sé perfectamente.

-Zack esto es demasiado.

-Tú te mereces mucho más.

-Zack, te quiero- le dije con lágrimas en los ojos mientras lo abrazaba.

- Luna.

-Sí.

-¿Puedo ser tu novio?

Madre mía, no me pregunto si podía ser su novia, me dijo que si el podía ser mi novio, no me lo podía creer.

-Sí, claro que sí- le dije y nos besamos.

Esto era surrealista, nunca pensé que alguien me pediría salir de la misma forma que me lo pidió Zack.

Entre en la librería y estaba llena a rebosar de libros, y enfrente había dos sillas y una sabana blanca con un proyector.

- Sé que me perdonaste, pero quería demostrarte lo que había pasado.

Me enseño el video de las cámaras de los camerinos.

Y vi a Zack diciendo que era la mejor persona.

No es patético, ella es la mejor persona del mundo, es amable, dulce, me hace reír, es muy tierna, cuida mucho de su hermana, le encanta leer, el café y la música, su grupo favorito es Arctic Monkeys, y a mí me gusta todo de ella, me gusta desenredar su precioso cabello pelirrojo e intentar contar todas y cada unas de las pecas que tiene en su preciosa cata de ángel, y eso no es todo, por qué cuando estoy a su lado me siento el hombre más afortunado del mundo, me siento bien, seguro, cálido, es la mejor sensación del mundo, y tú no podrás igualarlo jamás.

No me lo esperaba, y yo había dudado de él, no sé qué podría haber dudado de él.

-Bueno, ahora, aprovechamos que se acerca el Halloween y vemos una peli de Tim Burton.

-La novia cadáver, me encanta esa película. -Pues veamos la novia, cadáver.

***

-Fue la mejor noche de mi vida- le dije a Zack.

-Contigo todas mis noches son las mejores- me dijo cuando se abrieron las puertas del ascensor que llevaban a su piso.

Entramos en su piso y dejé mis cosas en un pequeño sillón que había en su cuarto.

- No me traje pijama.

-Entra en mi armario y coge cualquier camiseta.

Entre en el armario y tenía muchas camisetas, acabé cogiendo una de Guns N' Roses que me llegaba un poco por encima de las rodillas.

Me quité la ropa y solo me quedé con unas bragas y la camiseta. Salí del armario y estaba Zack con una pijama azul oscuro.

Me vio y se acercó a mi besándome con ganas, yo enrolle mis manos en su pelo mientras movíamos nuestras bocas que se fusionaron entre ellas, de repente empezó a hacer mucho calor y me note con demasiada ropa.

Zack me tomo por debajo de los muslos y me levanto haciendo que enrollara las piernas en su cintura, el puso las manos en mi trasero y me llevó a la cama dejándome posada con mucha delicadeza.

Dejo mi boca y empezó a besar mi cuello, recorrió un camino de besos imaginarios hasta llegar al borde de la camiseta, me miro como para pedirme permiso y yo asentí con la cabeza, se deciso de la camiseta como si le fuera la vida en ello. Me miró de arriba abajo y mis nervios aumentaron.

Un desconocido alemánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora