10- Ser famoso cuesta

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Me levanté con una cara de amargura que casi me llega al suelo, hoy es lunes. Una semana larga y pesada por delante, me encanta.

Hice mi rutina de siempre y me preparé para coger el bus.

Llegue y me senté en los asientos
delanteros, los más pegados al frente.

Espero unas paradas hasta que estuvieran todos mis amigos.

-Mirala, es ella- dijo una chica detrás de mí.

-Es la novia de Zack.

-Pues tampoco es tan guapa ¿Qué vio Zack en ella? Si yo estoy mucho más buena.

-Sí, mirala, esa barriga que tiene.

- Ya ves, y ese pelo zanahoria- dijo una de las chicas y empezaron a reírse.

-¿Cómo saben lo de Zack? - me pregunto Steve.

-No sé- respondí un poco triste por lo que habían dicho las chicas.

Nos giramos los cinco a la vez y vimos que tenían una revista de moda en las manos, se la arrebate a la chica de las manos, y en ella pude ver la foto de la portada en la que aparecía Zack en el concierto llevándome en brazos, con el título de "¿Zack Willson tiene novia?"

Que mierda, nunca me habían dedicado una página de revista, y para la primera vez que lo hacen tiene que ser de esa forma.

Devolví la revista a las chicas de atrás y revise mi teléfono. Tengo el Instagram lleno de mensajes de gente preguntándome si soy la novia, y tengo otros en los que me insultan.

Que bonito lunes.

Salí de la primera clase y me fui al baño, entre en un cubículo y lo cerré con seguro.

Tome mi teléfono y marque el número de Zack.

-Hola, princesa.

-Hola- le dije con la voz un poco apagada.

-¿Qué te pasa, princesa?

-¿Viste el artículo?

-No.

- Miralo, está en la portada de la nueva revista de moda.

Mientras esperaba a que lo buscará escuche como unas chicas entraban al baño.

-Joder, sigo sin saber como a Zack le gusta esa chica.

-Ya ves, no es ese tipo de chica con la que un chico sale, y más sí es el guaperas de Zack.

-Yo si fuera Zack, la apuntaría en un gimnasio, me daría vergüenza salir con ella por la calle.

-Ya ves, pero bueno, cuando se dé cuenta de que realmente no es su tipo de chica la dejara.

-Sí.

Y se fueron, no quedaba nadie, solo escuchaba un zumbido en mi cabeza. Al otro lado de la línea Zack suspiro con pesadez.

-No le hagas caso, son una estúpidas.

-Vale - dije con la voz rota.

-No, no, princesa, no llores, me parte el alma oírte llorar.

-Lo intento, pero las estúpidas lágrimas salen solas.

-Princesa, si sigues llorando voy a buscarte.

-Quiero estar contigo, no quiero estar aquí.

-Mira hermosa, a la hora del almuerzo te voy a ver vale, pero necesito que aguantes, no quiero que faltes a clase por mi culpa.

-Está bien- dije limpiando mis lágrimas.

-Te veo luego, te quiero.

-Te quiero.

Un desconocido alemánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora