XII

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Cuando la rosada llego a sus clases, todo volvió a ser normal, ella se esperaba que tal vez se tendría que ir pero no fue así.

Por otro lado nuestro azabache estaba pensativo en si había sido mala idea pausar sus estudios o si ella estaría mejor estando en la escuela, estaba pensando y pensando hasta que en su memoria apareció aquel erizo cobalto. Es un definitivo si, si hizo bien en darle ese descanso, de todos modos, se lo merecía.

Ahora, otro problema era ¿que haría con ella? ¿enserio se la llevaría a su viaje? bueno, eso era lo que lo hizo tomar esta decisión de un descanso desde un principio pero y si ¿hace que su viaje sea aun mas incomodo?....

Con una botella se ahogan las penas ¿y si fueran 2? Miro detalladamente esa botella, sabia que el alcohol lo hacia hacer cosas de las cuales se arrepiente después pero.... ¿y si esta vez cambia? Ya en la ultima gota de la 3er botella, su cerebro comenzó a hacerle bromitas, haciéndole ver que su amada estaba allí, aunque creyó que estaba delirando, aquellos golpes que le daba la menor se sentían tan reales.

Y así era, ella había llegado a casa y fue directamente a la cocina, moría de ganas por un panecillo, sus ojos se abrieron como platos al ver a Shadow en estado de ebriedad, comenzó a reclamarle del por que estaba en ese estado, aquel solo la miraba con ojos perdidos. Sin saber que hacer, con esfuerzo, lo levanto y comenzó a cargarle, él estaba casi inconsciente de sus actos pero su fuerza no se perdía del todo, ayudándose, se dirigieron a la habitación del azabache.

Ya cuando estaban en la habitación, él se dejo ir hacia la cama y de paso se llevo a Amy, cosa que la dejo con los ojos abiertos.

-Tranquila preciosa, no te haré nada, a menos que me lo pidas.-Dijo esto ultimo de manera seductora y grave, uf toda tentación para la mayoría de las chicas, y Amy no era la excepción.

-Shadow...-Dijo de manera dulce la rosada.

-Dime, princesa...-La rodeo con sus brazos, se posicionaron de cucharita y él comenzó a dar dulces besos en su coronilla.

-Enserio me amas?

-Mucho, lindura, mucho....-La brazo fuertemente, pero aun dejando que el aire pasara.

-Pero para algo serio?

-Si, corazón, lo que dije deshoy, solo era una advertencia para con los demás, no me refería a mi.-Dijo recostando su cabeza en la almohada mientras tocaba el cabello de la eriza.

-Ok, pero...

-Pero?

-Por que me tratas mal?

El azabache suspiro para luego hablar. -Mi niña, sinceramente, yo no soy alguien que de mucho afecto, y creo que eso lo tienes muy en claro... 

-Si pero podrías cambiar ¿no? por mí....

Río tímidamente -Lo siento, pero no puedo volver a encariñarme de alguien en esa manera, sabes linda? te amo tanto que si te llego a perder a ti tambien, moriré de solo recordar esos bellos momentos que crearemos en un futuro.. o no nos vayamos tan lejos, de solo recordar esto también podría llegar a influir bastante en mí....

-Esta bien, oye y por que eres así ¿eh? ¿porque cuando estas sobrio me tratas mal y cuando estas ebrio me tratas como una princesa?

-JAJAJA es el efecto del alcohol, cariño, es el alcohol...

-Entonces creo que prefiero verte ebrio con más frecuencias, jiji.-Dijo la rosada, haciendo reir al azabache.

-Creéme, no te conviene que este así más seguido.-Agarro la barbilla de la rosada y con dificultad hizo que se miraran. -No sabes de lo que soy capaz ebrio.-La rosada quería decir algo pero no alcanzo a hablar por que el azabache le había robado un beso.

Al principio fue lento y algo delicado, con torpeza por parte de Amy ya que era su primer beso, de a poco Shadow comenzó a subirle el nivel, Amy podía sentir lo que se diría un beso con hambre, era un experto en besar ya que con tan poquitos segundos ella quería más, pero todo tiene un final ¿no? de manera repentina el azabache pauso aquel beso, inquietando a Amy.

-Es hora de dormir, mocosa, si seguimos, esto parará en otra cosa...

-Para ti es hora de dormir, yo tengo cosas por hacer jaja.

La rosada se levantó de aquella cama y salió de la habitación, mientras iba de camino a la cocina, alguien intercepto su andar; era la secretaria.

-Buenas tardes Amy. -Dijo Irene.

-Buenas Iri, ¿que tal como te va? -Dijo la rosada con emoción.

-Pues bien gracias y a ti? Ya terminaste de empacar? -Sonó un tanto preocupada.

-Empacar? ¿Para qué? -Irían a algún lugar?.

-Shadow no te contó?

-Pues ¿no? -Recordó cada palabra dicha por el azabache pero ninguna llevó con el fin de empacar.

-A.... Estem entonces perdón me confundi jeje. -Su latir comenzó a acelerarse y si ¿Había metido las patas? ¿Y si en los planes de él no estaba llevársela? -Emm tengo que irme, hay muuucho que hacer, te veo al rato.

Irene salió corriendo, dejando intrigada a Amy; dejó el tema de lado y siguió su camino, habían tantas delicias en aquella cocina que ella no sabía por cual comenzar.

Después de, saber cuantas horas, llegó Shadow sujetando su cabeza; vio a Amy comer con tantas ganas, sentía que debía parar aquella acción pues a los alrededores de ella había mucha basura, dando seña de que había comido demasiado; quiso regañarla con su característico enojo pero una fuerte punzada en la cabeza no lo dejó.

-Ah hola Shadow, ¿Cómo te sientes? -Dijo ella con la boca atorada de comida.

-Que importa. -Dijo hastiado de aquel dolor.

-Te duele la cabeza? -Ella estaba preocupada.

-Podrías callarte por un momento, tu voz me aturde aún más. -Su tono era de molestia.

La rosada se levantó y fue hacia una de las empleadas, cuando la señorita regreso, traía unas pastillas, las cuales dio a Amy, ésta tomó un vaso y lo dió a Shadow.

-Gracias. -Dijo tratando de apaciguar su enojo.

-De nada. -Ella le dio una sonrisa .

-Ya te dijeron? -Él tenía la cabeza postrada en la mesa.

-Decirme qué?

-Tienes que hacer tus maletas, mañana nos iremos de viaje.

-Espera.... Y la escuela?.... -Su sorpresa fue evidente.

Yuanfen - ShadamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora