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En la vida, pasamos por muchas situaciones vergonzosas o humillantes, no hay ninguna persona que no haya tenido situaciones así, sin embargo

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En la vida, pasamos por muchas situaciones vergonzosas o humillantes, no hay ninguna persona que no haya tenido situaciones así, sin embargo... está era la primera que pasaba Lalisa.

Sus ojos miraban a la joya frente a ella y al quien se la ofrecía.

—Entonces, ¿Si aceptas casarte conmigo, Lalisa? — insistió, pues su rodilla ya dolía de estar tanto tiempo contra el piso y su pierna flexionada estaba a punto de darle un calambre.

Lisa despegó la mirada del anillo y miró a su madre, quien encabezaba la gran mesa de su comedor. Su madre la miro serena y con el rostro apacible, recordando las palabras que le había dicho en algún momento.

—“Cuándo alguien te proponga matrimonio y sea una persona que tú ames, yo no me meteré en la decisión que llegues a tomar, al contrario, te apoyaré en todas tus decisiones, pero ten en cuenta una cosa, cuando vayas a dar la respuesta, piensa con el corazón, no con la mente ni en la familia con la que ahora pertenecerá también a la muestra, ¿De acuerdo?”

La pelinegra regreso su vista a el anillo, y miró al hombre frente a ella, quien le sonrió con amabilidad.

—No te daré el sí ahora, tengo que pensarlo — respondió después de unos minutos, Sehun frunció un poco el entrecejo, pero asintió, poniéndose de pie.

—¿Cuánto tiempo más vas a esperar, hija? ¿Hasta que yo muera de vieja? Ya quiero ver a mis nietos corriendo por todo el lugar — comentó su abuela, mostrándose molesta con el dichoso tiempo que se llevaría en pensarlo.

—Abuela, aún soy muy joven para tener hijos y sobre la respuesta... será después que regrese de mi viaje a Canadá — dijo, mirando a Sehun ya de pie y sosteniendo entre sus manos la caja del anillo, soltando un suspiro pesado antes de cerrarla y volverla a guardar en su pantalón.

—Espero y no me vayas a dejar morir sin ver a unos preciosos nietos corriendo por toda la casa — Lisa le sonrió amistosa y negó suavemente con la cabeza, volviendo a sentarse al igual que Sehun.

La comida se reanudó y todos siguieron degustando de las deliciosas cosas que el chef de la familia Manoban, les traía a la mesa.

Cuando la comida acabo, fueron al jardín a tomar un poco de té y después de una amena plática entre ellos, se fueron marchando poco a poco. La abuela de Lisa no se fue hasta haberle dado una advertencia que la pelinegra tomo con gracia, pero había sonado muy en serio.

—¿Empiezas a empacar ya? — la voz de su madre la hace dejar la prenda en su maleta antes de mirarla y asentir con la cabeza.

—Sí, mañana salgo a primera hora, no puedo llegar tarde, así qué, dejaré todo listo desde hoy — comentó, mientras seguía en su labor de guardar su ropa, cosméticos y algunos zapatos cómodos y otros elegantes, siempre tenía que ir preparada para todo.

La señora Hani camino con lentitud por la habitación, haciendo que el ruido de sus tacones fuera silenciado por la gran alfombra que ocupaba todo el suelo de la habitación de Lisa; al llegar a la orilla de la cama de su hija, tomó asiento y la miró con una suave sonrisa.

—¿Qué tienes? — preguntó la pelinegra, deteniéndose al sentir y ver la mirada de su madre en ella.

—Cariño, nunca me cansaré de decirte que sea cual sea la decisión que tomes respecto a tu matrimonio y a tu futuro, yo siempre te estaré apoyando — Lisa sonrió, mientras tomaba la mano de su mamá y ella la acariciaba; la pelinegra asintió.

—Gracias mamá, eres la mejor — Lisa no se resistió en inclinarse y abrazar a su mamá con fuerza, sacándole una risita.

—¡Yah, me vas a exprimir como a una naranja! — la pelinegra rió ante la comparación y soltó un poco el agarré en su madre. —Mi hija. Mi preciosa y muy cariñosa, hija.

—Mamá, si me sigues distrayendo con tus geniales palabras para mí, algo se me va a olvidar y no quiero eso — la boca de Lisa se formó en un puchero, y Hani negó con la cabeza, al mismo tiempo en que se ponía de pie.

—Guarda bien las cosas que vayas a llevar, si tienes algún problema con tu tía, me mandas mensaje, ¿De acuerdo? Yo la pondré en su lugar a esa mujer — Lisa rió y asintió, aceptando la oferta de su madre. —Bueno cariño, me voy, yo también tengo que levantarme mañana temprano, tengo una junta importante con los inversionistas de Japón — mencionó, confundiendo un poco a la pelinegra.

—¿Y qué hay de Daemin? ¿No sé supone que él sería quien tuviera esa junta? — preguntó, Hani soltó un suspiro y negó con la cabeza.

—Le salió un pendiente, así qué, yo no puedo cancelar la junta por algo que salió de urgencia — soltó resignada. —Pero bueno, por favor, no se te vaya a olvidar enviarme un mensaje cuando llegues, ¿Sí?

—Sí mamá, no te preocupes, cuando haya pisado Canadá, lo primero que haré, será llamarte — prometió.

Ambas sonrieron y se despidieron.

Ambas sonrieron y se despidieron

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

»Sin memoria 🌿 +18 [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora