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A la mañana siguiente, Lisa se despertó con un ligero dolor en su espalda baja, pero aquello no le impidió ponerse de pie y caminar hasta el baño, al salir, miró el otro lado de la cama, en dónde ya no había rastro del capitán Jeon

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A la mañana siguiente, Lisa se despertó con un ligero dolor en su espalda baja, pero aquello no le impidió ponerse de pie y caminar hasta el baño, al salir, miró el otro lado de la cama, en dónde ya no había rastro del capitán Jeon.

—Debió de haberse levantado temprano — concluyó. Lisa no tenía ganas de salir a hacer cosas de soldados, por lo que simplemente tomó ropa interior y una camiseta negra de Jungkook, antes de entrar a la ducha.

Al terminar, fue hasta la cocina a prepararse algo para desayunar, pero antes, le sirvió comida a Max en su tazón, sonriendo al verlo acercarse rápidamente y empezar a comer con entusiasmo.

Se puso de pie y retomo su camino hacia la cocina, sin embargo, se empezó a escuchar varias voces afuera de la cabaña, no podía identificar si le pertenecía a alguno de los soldados, ya que era una voz que no había escuchado en lo que llevaba ahí. Regreso a la habitación y se colocó los pantalones del uniforme militar que Jungkook le había dado, para después caminar rápidamente hacia afuera.

Al salir, se dió cuenta de que Jungkook estaba hablando con un hombre que no pertenecía a la base, este tenía una foto en su mano, mientras se la extendía al capitán, y él la miraba sin decir nada, ni tener alguna expresión en el rostro. El hombre que le mostraba la fotografía, dirigió su mirada a ella, sonriendo al verla.

—¡Señorita Lalisa, que alegría que se encuentre sana y salva! — el hombre guardo la fotografía dentro de su chaqueta, para empezar a caminar hacia la pelinegra, la cual no entendía nada de lo que estaba sucediendo. —¿Cómo está? ¿Se siente bien? ¿Cómo fue que llegó aquí, eh? Tuvo mucha suerte — soltó pregunta tras otra, causándole un ligero dolor de cabeza a Lisa, quien lo miró con el entrecejo fruncido.

Su mirada se apartó del hombre frente a ella, para después posarse en Jungkook, quien la miraba con una expresión indescifrable.

—Jungkook, ¿Qué está pasando? ¿Quién es esté hombre? — preguntó confundida y preocupada.

—Discúlpame — habló nuevamente el hombre frente a ella. —Soy Lee DongWook y fui contratado por tu madre, Hani Manoban para poder encontrarte, debido a que el avión en dónde venías, no encontraron tus restos, así qué tu madre no se dió por vencida y nunca aceptó la idea de que estuvieras muerta — informó. —Así qué, estoy aquí para llevarte a casa con tu madre.

Lisa ignoró lo que le había dicho ese tal DongWook, así qué pasó por su lado, ignorando su presencia y camino con pasos temblorosos hacia Jungkook, quien estaba haciendo todo lo posible para no dejar que las lágrimas que se habían formado en un nudo en su garganta, pudieran salir.

—J-Jungk-kook — su voz se rompió al instante en que llegó a él y lo abrazo con fuerza por el torso, escuchando el suspiro que Jungkook soltó al abrazarla de vuelta.

—Todo estará bien — murmuró sobre su oreja, dándole ánimos. Aún cuando su corazón estaba siendo roto en ese mismo momento. —No tienes porque llorar, no ha pasado nada grave — mencionó.

—N-No quiero irme, no q-quiero dejarte — sollozó con fuerza, aferrándose a él. —No dejes que me v-vaya — volvió a llorar con más fuerza. Jungkook acarició su cabello y la pegó a su pecho, brindándole confianza y tratando de que se tranquilizara un poco.

Los demás soldados veían la escena con tristeza y melancolía, realmente la pelinegra se había ganado un lugar muy especial en su corazón de cada uno de ellos, y que ahora se fuera, los ponía en un estado de ánimo decaído.

Jungkook le dió una mirada a DongWook, quien había llegado con una fotografía de Lisa, preguntando si no sabían sobre el paradero de esa chica, a lo cual Jungkook no respondió, él sabía que ese día llegaría, sin embargo, no estaba listo para verla irse y posiblemente, olvidarse de él. La vida de soldado era muy difícil y la mayoría de las chicas no querían tener una relación a distancia y sin poder ver seguido a su novio, eso no era lo que querían y Jungkook lo sabía, pero se permitió a su mismo amar a esa pelinegra que había aparecido de la nada en medio del bosque, golpeada y herida, desplomandose en sus brazos cuando estuvo cerca de él. Habían sido los mejores días que había podido tener y Jeon estaba seguro de que ella se quedaría grabada en su piel, en su mente y en su corazón y que olvidarla o reemplazarla seria demasiado difícil para él y para su corazón.

Soltó un suspiro antes de tomar con delicadeza los hombros de Lisa y separarla de él. La pelinegra miró con sus ojos expectantes a Jeon, al haberla separado de él.

—Tienes que irte ya, Lalisa — pronunció su nombre original, el cual había escuchado de DongWook hace unos minutos. —Tu familia te está esperando — el capitán le sonrió tenue, tratando de brindarle confianza.

—¡No Jungkook! — interrumpió antes de que Jeon dijera otra cosa más, sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas. —¡Mi mamá va a entenderlo, yo sé que va a hacerlo, y-yo..! — divagó un momento su mirada, pensando si lo más razonable era decirle la verdad, así qué, soltó un suspiro brusco y miró a Jeon. —Yo recuperé mi memoria — confesó, haciendo que varios soltaran exclamaciones de la sorpresa.

Mientras tanto, el doctor Kim sonrió de lado, ya que él había sido la primera persona en saberlo por Lisa, quien se lo confesó y también le pidió con extrema discreción que no se lo dijera a nadie y mucho menos, al capitán Jeon, ya que lo amaba y no quería que la regresará a casa antes de lo previsto.

—¿Q-Qué? — preguntó Jungkook, bastante sorprendido por esa confesión.

—Desde hace unos meses pude recuperar mi memoria, sin embargo, lo oculte para poder quedarme más tiempo contigo — dijo, dejando que sus lágrimas bajarán por su mejillas y se mostrará triste. —Pospuse mi regreso a casa, porque no quería dejarte, no cuando mi amor por ti se hizo más fuerte de lo que pensé — su voz estaba rota pero cargada de sentimientos reales, sentimientos que Jungkook pudo sentir al verla llorar.

—Mi preciosa Lalisa — ignorando a todos e importandole poco que lo vieran débil, dejo que las primeras lágrimas bajarán por sus mejillas y abrazó a Lisa con fuerza.

—Mi preciosa Lalisa — ignorando a todos e importandole poco que lo vieran débil, dejo que las primeras lágrimas bajarán por sus mejillas y abrazó a Lisa con fuerza

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨


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»Sin memoria 🌿 +18 [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora