»Sin memoria 🌿 +18 [ Lizkook ]

🌿; 008

A la mañana siguiente, no había soldados trotando, tampoco había soldados cargando leña o sacando las cenizas de las chimeneas para hacer más espacio para una nueva leña.

Todos estaban reunidos en el patio de castigos, en dónde Jungkook caminaba can una tranquilidad atemorizante, mientras que el soldado que había tratado de lastimar a Lisa, yace sentado en una silla, amarrado con una cuerda, su pómulo estaba morado e hinchado, su ojo izquierdo, estaba por reventar de morado y la comisura de su labio, tenía un hilo de sangre cayendo.

—¡Los soldados somos personas que cuidan de la sociedad, no somos personas que las dañan, ni abusan de su poder para tener lo que quieren, ¿Está claro!? — el gritó de Jeon asusto a algunos.

—¡Sí, señor! — repitieron al unisono, como venían haciendo desde hace tres horas, desde que había empezado el castigo de aquel pervertido.

—¡Supongo que a su compañero Heesuk, no le ha quedado claro! — declaró, tomando los cabellos del tal Heesuk, quien a duras penas pudo soltar un jadeó de dolor. —¡Las personas como estás, no deberían ser ni siquiera consideradas héroes de la nación, son una basura disfrazada de hombre! — soltó sus cabellos de golpe, haciendo que su cabeza se fuera hacia enfrente. —¡Soldado Mingyu, Chanyeol y Jisoo, al frente!

—¡Señor, sí, señor! — gritaron los tres, dando un paso hacia adelante y haciendo acto de presencia.

—¡Quiero que le den una lección a sus compañeros, de qué es lo que le pasa a la basura como a Heesuk! — ordenó.

—¡Sí, señor!

Jungkook simplemente dejo a cargo a sus tres mejores hombres fuertes, los cuales tenían la suficiente fuerza como para dejarte en coma; se dió media vuelta y camino a su cabaña, en dónde había dejado a la chica, mientras que SeokJin volvía a colocarle los puntos que se habían roto ayer.

Abrió la puerta y entró en silencio, notó que Max estaba parado en la puerta de su habitación, vigilando hacia adentro. Sonrió y se acercó a acariciar la cabeza de Max, quien le había obedecido al cuidar de la chica que llegó en la noche asustada.

—Llegaste — la voz de SeokJin lo hizo apartar su atención de Max y mirarlo.

—¿Cómo está? — preguntó, mirando de reojo a la chica que se veía que dormitaba, sus ojos parecían luchar por no dormirse, pero el sueño le estaba ganando.

—No dejaba de llorar y temblar, tuve que administrarle un poco de tranquilizante, así es como al fin pudo descansar — informó, Jungkook apretó su mano en un puño. —Lo siento, lo que pasó ayer fue por mi culpa, no debí de haberla dejado sola y menos a una hora tan tarde, lo siento — Jungkook negó con la cabeza.

—No es tu culpa. Ese idiota es el único responsable, pero no te preocupes, ya está recibiendo su castigo — SeokJin asintió.

Jungkook miró a la pelinegra dormir en su habitación, al parecer tenía que tomar otras medidas para que ella estuviera más segura.

—Apartir de hoy, ella se quedará en mi cabaña — ordenó e informó, haciendo que SeokJin asintiera con la cabeza. —No quiero que se vuelva a repetir lo de hoy y quizás, está vez no logré llegar a tiempo, tuvo mucha suerte — se cruzó de brazos.

—De acuerdo, es mejor prevenir que lamentar, de igual manera estaré viniendo para revisar que los puntos que se rompieron no vayan a causar una infección — Jungkook asintió. —Me voy, me llamas si despierta alterada o tiene problemas para tranquilizarse, le suministrare más tranquilizante.

—De acuerdo, te llamaré.

SeokJin se despidió de Jeon antes de marcharse, dejando al capitán Jeon sentado en el sofá, mientras que Max le hacía compañía.

—Hay que cuidarla, Max, sólo será por un tiempo en lo que ella mejora, ¿De acuerdo? — el perro se dejó acariciar por su dueño.

En la tarde, después de que Jungkook realizará una limpieza en su cabaña y empezará a preparar sus armas, escuchó los suaves pasos de la pelinegra, se giró y la vió parada en el marco de la puerta de su habitación, ella se veía un poco asustada, pero parecía encontrarse mucho mejor que cuando la encontró.

—Despertaste — afirmó, dejando su arma encima de la mesa y caminar hacia ella. —¿Cómo te sientes? — preguntó. Jungkook frunció un poco el entrecejo al ver cómo daba un paso hacia atrás cuando él se acercó. —¿Todo está bien?

—¿D-Dónde está ese s-sujeto? — las manos de la pelinegra empezaron a sudar y temblar sin control.

—Tranquila, ¿De acuerdo? Ese sujeto no está aquí y te prometo que estás a salvó, no dejaré que se acerque a tí ni que tampoco te haga daño, ¿Está bien? — Jungkook fue cauteloso al tomar de su brazo con cuidado y no hacerla sentir en peligro. —Todo está bien, yo te cuídate apartir de ahora, te prometo que yo no te haré daño, al contrario, quiero que te mejores para llevarte a tu hogar lo más pronto posible.

La pelinegra asintió con la cabeza, sin pensarlo, se aferró al brazo del capitán, sintiendo como Lisa temblaba del miedo y pánico que ese soldado había dejado en ella.

—Todo está bien, ¿De acuerdo? Ya no tienes que temer de nada, ese idiota ya fue castigado y no volverá a acercarse a ti nunca más.

Con mucho cuidado, Jungkook la ayudo a llegar hasta su sofá, en dónde tomó asiento, para después sentarse él a su lado, pero dejando un espacio entre ellos.

—Traerán tu comida pronto, así qué, espera un poco más, ¿Sí? — la pelinegra asintió, a decir verdad, Lisa no tenía mucha hambre, se sentía decaída, no tenía esa sensación de querer hacer algo productivo, al contrario, quería ir a la cama de nuevo, pero no podía abusar, tenía que agradecer lo que el capitán Jeon le diera con amabilidad. —¿Segura que estás bien? Te notó más perdida que segura de lo que dices.

—Estoy bien, n-no se preocupe — hizo una suave reverencia con la cabeza, posando su mirada en sus manos, las cuales las tenía en su regazo.

—De acuerdo, pero cualquier cosa que quieras, no dudes en decirme.

Lisa asintió, sin embargo, se tragó las palabras que querían salir de su boca. No tenía derecho, sólo era una desconocida que había perdido su identidad.

—LaOmmaChida💜💜✨✨✨