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Al llegar a la fiesta en casa de los Kim, madre e hija bajaron del auto, siendo atacada por fotos de los medios que estaban afuera, registrando con fotos a todos los que habían sido invitados a una fiesta de los Kim

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Al llegar a la fiesta en casa de los Kim, madre e hija bajaron del auto, siendo atacada por fotos de los medios que estaban afuera, registrando con fotos a todos los que habían sido invitados a una fiesta de los Kim.

Después de darles buenas poses a las cámaras, entraron finalmente a la fiesta, en dónde había varios invitados por todo el salón, algunos hablaban entre ellos y otros simplemente estaban sentados en sus mesas tomando una buena copa de champagne, mientras admiraban el salón y a los invitados.

Algunos invitados miraron a Lisa, quien llamaba la atención con ese precioso vestido, Lisa tomo una copa de champagne que un mesero le ofreció.

—Iré a saludar al señor y la señora Kim — informó Hani.

—Claro ve, yo iré a buscar nuestra mesa — su madre asintió antes de marcharse. Lisa tomo un tragó de su copa antes de empezar a caminar hacia la mesa que se les había asignado, durante el camino a esta, varios chicos le sonreían y alzaban levemente sus copas, Lisa les regresaba la acción para no quedar como descortés a sus saludos discretos.

Una vez llegó a su mesa, jaló con suavidad una silla y tomó asiento, colocando su copa en la mesa y se mantuvo unos momentos admirando la decoración del salón, la cual le había gustado y los gustos de Lisa eran muy quisquillosos.

Su atención dejo de estar en la decoración, para ponerla en el hombre que se acercaba a su mesa, con una sonrisa de lado y con una copa de champagne en una de sus manos. Lisa alzó una ceja.

Él se sentó en la silla que estaba frente a ella en su mesa, sonrió con coquetería y miró a Lisa sin tener discreción alguna.

—Escuché que sobreviviste al accidente del avión — dijo, sonriendo y mirando cada detalle de ella.

Lisa sonrió.

—Así es — respondió, dándose el lujo de mostrarse altanera ante él. —Y yo escuché que mi madre te dijo que no te volvieras a acercar a mi, Sehun — lo miró con incredulidad, mientras levantaba una de sus cejas. Lisa disfruto ver cómo ese idiota se tensaba con aquellas palabras. —Supongo que tu plan de disfrutar del dinero que posee la familia Manoban, se frustró — se burló con sutileza, notando como Sehun apretaba la copa del champagne en su mano y trataba de no caer en las burlas de Lisa, pero ella tenía una lengua tan afilada que daría miedo. —Supe que el banco decomisó la empresa al Sur de Daegu, que mala racha — sonrió de lado, dejando fluir su burla antes de tomar un trago de su copa.

—¿Terminaste? — preguntó molesto.

—Te diría que sí, pero la verdad es que no, tu ruina es tan grande que no me alcanzaría las horas para terminar de decirte tus fracasos y lo mal que haces todo, Sehun — soltó, haciendo que él empujara su lengua con su mejilla interna, mirándola con molestia.

—Creo que ya entiendo — murmuró, antes de soltar una sonrisa un poco discreta. Lisa frunció el entrecejo ante su cambio repentino. —Realmente estabas enamorada de mí, ¿No es así? — preguntó sonriente, Lisa frunció el entrecejo, notandose confundida ante la conclusión tan estúpida a la que había llegado.

Lisa dejo que una burbujeante risa saliera desde el fondo de su garganta, sin perder su elegancia, cubrió con gracia su boca mientras reía. Algunos invitados miraban con una sonrisa a Lisa, quien parecía importarle poco estar en una fiesta y reírse de esa forma.

Cuando la risa cesó, limpio unas débiles lágrimas que habían salido de sus ojos a causa de la risa.

—Sehun, jamás te había conocido tan gracioso como ahora — dijo, recuperando el aire que se le había ido en tanta risa, soltó un suspiro, antes de refrescar su garganta con un trago de su copa, y volvió a ver a Sehun, quien estaba lo suficientemente humillado como para decir algo más. —No digas cosas tan estúpidas, yo jamás sentí algo realmente por tí, si te trataba era porque tu madre es una buena mujer, pero lastima que tuvo a un hijo tan idiota como tú — finalizó, recargando su espalda en el respaldo de la silla, mientras miraba a Sehun con una sonrisa de lado, llena de burla.

—Espero que no tragues tus palabras después — se puso de pie, bajo la atenta mirada de Lisa, quien ni siquiera se inmutó ante sus palabras. —Este idiota, tiene una carta más bajo la manga, la cual no dudaré en usar si continúas colmando mi paciencia — Sehun se inclinó un poco hacia ella estando de pie, retando a Lisa con la mirada.

Lisa volvió a reír antes de hablar.

—Pues ve preparándola, porque no dejaré de joderte si vuelves a acercarte a mí — respondió sonriente. —Vamos Sehun, deja de actuar como si pudieras hacer algo en mi contra, admítelo, soy mucho mejor que tú y soy más poderosa, cuando tú das un paso, yo ya estoy veinte por delante de tí — dijo, poniéndose de pie, tomando su copa en el proceso y miró por última vez a Sehun. —Con permiso — sonrió antes de pasar por su lado, dejándolo de pie ahí y solo.

Lisa camino por el salón, saludando a algunas personas y charlando unos minutos con unas mujeres que no dejaban de halagar su belleza y haberle mencionado que estaban felices de que haya regresado con bien a casa con su familia.

Lisa se disculpó y se retiró del círculo de esas mujeres antes de decirle a su madre que iría unos minutos al jardín a tomar un poco de aire fresco.

Al salir al precioso jardín, se acercó al balcón que estaba formado de un material rocoso que le daba un toque más elegante y antiguo a la casa de los Kim. Soltó un suspiro y disfrutó unos minutos de la vista que tenía desde ese balcón, una suave brisa fresca pegó en sus brazos descubiertos, causando que se frotara las palmas de sus manos en estos, tratando de darse un poco de calor, pero fallando en el intento.

Dejó de hacer el intento de darse calor, se resignó a tener que regresar a la fiesta y entablar conversaciones con algunas personas más antes de marcharse. Se dió la vuelta sobre sus pies, pero se congeló al ver quién estaba detrás suyo.

Sintió su corazón detenerse por unos segundos, casi parecían ser minutos, su cerebro aún no podía mandar mensajes a su cuerpo para que reaccionara e hiciera algún movimiento o dijera algo. Pero no podía.

—Te ves preciosa — fue lo primero que él dijo, sonriendo y esperando a que Lisa pudiera reconocer que él realmente estaba ahí. —Y te extrañé mucho — volvió a decir.

Aquello pareció ser suficiente para que Lisa reaccionara, sonrió con felicidad, mientras que las lágrimas que rodaron por sus mejillas daban a entender que tan fuerte era esa felicidad que sentía al verlo.

—J-Jungkook — murmuró antes de alzar un poco su vestido y correr hacia él, siento atrapada por los fuertes brazos del capitán, Lisa sonrió feliz, también rodeando el cuerpo de Jeon con sus brazos. —También te extrañé muchísimo — confesó.

 —También te extrañé muchísimo — confesó

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

»Sin memoria 🌿 +18 [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora