Forelsket

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Cuando Eddie conoció a Steve, aprendió también algo de sí mismo: es un jodido cursi sin remedio.

Cada vez que oye la voz grave pero suave del castaño en la entrada, sus sentidos se agudizan, se siente acelerado y repentinamente feliz, eufórico. Actúa nervioso como puberto incluso teniendo veinte años. Podría correr una maratón. No se puede estar quieto. No puede mantener sus manos quietas y alejadas del espacio personal de Steve o de su cuerpo.

Que toca su cabello "para acomodarlo", o su chaqueta para quitar una pelusa invisible que sólo él fue capaz de notar porque "tiene una vista excepcional", juguetea con los dedos de la mano del castaño, tirándolos suavemente y moviéndolos de aquí a allá, o masajea sus antebrazos como si fuera un gato. Le aprieta la nariz, sin mucha fuerza sólo para molestarlo. Le tira suave las mejillas para verlo arrugar la nariz y soltar un pequeño y casi imperceptible puchero, o una risa dulce en el mejor de los casos. Le pica los costados de las costillas esperando que le dé cosquillas y verlo sonreír y retorcerse, mientras intenta hacerle lo mismo a él como venganza. Estira su mano para que Steve choque los cinco con él, demasiado seguido, prolongando demasiado el contacto, con los dedos separados y unas ganas de entrelazar los suyos con los del castaño en un agarre cariñoso que lo carcomen. Si pasan la tarde juntos, busca instancias en las cuales apoyarse en Steve, al caminar juntos roza sus hombros intencionalmente, siempre buscando estar cerca.

Cada vez que Eddie pasa tiempo con Steve, no hay quien le borre la sonrisa de estúpido o le quite la adrenalina que corre por cada rincón de su cuerpo.

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Forelsket: La sensación de euforia que sentimos cuando estamos enamorándonos/enamorados.

Bye; psyxho

Metalhead Sweetheart| SteddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora