Kilig

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Steve sólo se había sentido así una vez antes, cuando salía con Nancy. No creía que volvería a sentirse así jamás, mucho menos después de tantas citas fallidas con chicas que ni siquiera le gustaban.

Estar con Eddie era un constante sube y baja de emociones, desde euforia hasta confusión. El estómago se le revuelve monstruoso cada vez que lo ve sonreír y sus hoyuelos se marcan junto a las comisuras de sus labios. Su pulso se acelera cada vez que Eddie juguetea con sus manos, él sólo se deja hacer, se deja abrazar, tocar, molestar, fingiendo que no le afecta demasiado, riendo divertido para ocultar sus nervios, porque eso hacen los amigos, actúan amistosamente.

Steve no es estúpido. Él sabe qué carajos le pasa cada vez que está por ver a Eddie. La emoción que siente, el cosquilleo en sus entrañas, la sensación de nunca verse lo suficientemente bien. No aguantar hasta llegar a su casa para oír el Cassette de Munson, esperando conocer sus intereses lo más pronto posible. Haciendo de todo para quedarse más tiempo en la tienda de música. Saltando en su interior cada vez que Eddie dice su nombre de manera melosa, o un algún tonto apodo que se le ocurre en el momento. Lo acalorado de su cuerpo con cada contacto, mirada o tiempo juntos.

No pensó volver a sentir las mariposas en el estómago, no por un chico, no por Eddie.

¿A quién le importa? Eddie es un caos que pone su mundo patas arriba, y él se emociona cada vez que lo vuelve a hacer. Si de él dependiera, se quedaría de cabeza para siempre.

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Kilig (Tágalo): Las mariposas en el estómago que sentimos cuando estamos emocionados o enamorados.

Es parecido/igual al "forelsket" pero lo puse aparte para ahora dar la perspectiva de Stevie.

Bye; psyxho

Metalhead Sweetheart| SteddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora