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Eliminatorias, Septiembre 2023. Buenos Aires, Argentina.

 Leandro era consciente que no era el mejor escenario para terminar una relación porque tenían que estar concentrados en los próximos partidos contra Ecuador y Bolivia, pero esto era mejor que terminar con Rodrigo por mensaje o llamada. 

—Sabés que a mi no me molesta si te querés coger a Paulo —fue lo primero que dijo Rodrigo después de unos minutos de tenso silencio. 

—Nunca le haría eso a Paulo.

—Pero me lo estás haciendo a mi —Rodrigo se sentó en la cama, sin dejar de mirar a Leandro —, te basto con entrenar medio mes con tu ex para querer mandar al carajo todo lo nuestro. 

—¿En serio, Rodrigo? ¿Te tengo que recordar lo que pasó durante el mundial? —atacó Leandro. 

—Lo de Tini fue diferente.

—Tan diferente que ni bien ganamos y terminamos de festejar, te fuiste con ella. Teníamos planes para Navidad y cancelaste todo por ella. Admití que estabas hasta las manos, pero nunca tuviste los huevos para terminar conmigo porque no querías quedarte sin el pan y sin la torta —Leandro no era de los que sacaba en cara temas del pasado, pero la situación de Rodrigo y Tini era algo que todavía pesaba entre ellos dos.

—Mirá, vos sabés que yo te quiero Leandro, pero los dos decidimos tener este tipo de relación. No se por qué ahora me venís a sacar el tema de Martina. No tendría por qué molestarte lo mío con ella, como a mi no me va a molestar que te saques las ganas con Paulo.

Leandro se sentó en la cama, frente a Rodrigo, se paso la mano por el pelo y suspiró buscando paciencia. 

—Eso es lo que no entendés, no quiero que Paulo sea uno más y por eso quiero hacer las cosas bien, y un comienzo es terminar con lo nuestro. Porque no quiero que ninguno salga lastimado.

—¿Y vos crees que Paulo va a querer volver con vos? Pasaron años, Leandro. Yo fui amigo de Paulo, vi lo que sufrió, cuando nos empezaron a convocar para la Selección, él evitaba a toda costa tener un mínimo de contacto con vos. 

—Voy hacer el intento. 

Eso fue lo último que dijo Leandro antes de volver a ponerse de pie y marcharse de la habitación. Si se quedaba, las cosas iban a terminar peor y su relación romántica con Rodrigo podría haber terminado, pero no quería perder su amistad. 

Los partidos contra Ecuador y Bolivia pasaron sin derrota para la Selección albiceleste, Leandro jugó en los dos aunque no de titular. Rodrigo, por otro lado, en el partido contra Ecuador se peleó con todo el mundo. En Bolivia sucedió algo parecido e incluso, el número 7 se fue con una lesión. Cuando Leandro se acercó a preguntarle cómo estaba, su ahora ex, le dijo que en ese momento no quería hablar con él. 

Finalmente, una vez que las fechas internacionales terminaron; Leandro viajó entre semana de Roma a Madrid y pudo hablar con un Rodrigo menos venenoso. 

—Nos vemos en un mes —dijo De Paul, cuando Leandro ya se estaba yendo. 

—Nos vemos, cuídate —respondió y se fue. 

Bueno, Leandro solo esperaba mantener su concentración en los partidos para las Eliminatorias de Octubre, porque ahora compartía Selección con no uno, si no, dos ex novios. 

Presente. ✨

 Leandro observó con atención la interacción entre Rodrigo y Giovani, había cierta complicidad. Una complicidad que él había dejado de tener con De Paul en el momento en que decidieron dar un paso más allá de la amistad. 

Con Giovani las cosas continuaron de la misma manera, la amistad era la misma y sabía que podía contar con el rubio, pero no estaba tan seguro de querer contarle lo que estaba sucediendo entre él y el cordobés de ojos verdes.

 —¡Leandro! —gritó Rodrigo sacándolo de sus pensamientos. 

—Eh, ¿Qué?

—¿Estás en la luna? Te estamos hablando.

—Uh, no, estaba pensando nomás.

—¿Qué te pasa, Leo? —Interrogó Lo Celso. Leandro suspiró y se planteó contarle a sus amigos todo lo que pasó con Paulo la otra noche en su habitación, pero entonces miró a Rodrigo que atentamente esperaba su respuesta.

Rodrigo podía ser muy abierto de mente, pero Leandro sabía que, en este momento, no estaría muy feliz de escuchar acerca de Paulo. 

—Nada, estoy cansado nada más. El partido me dejó por el piso —mintió. No había jugado ni siquiera cuarenta minutos contra Paraguay, no estaba para nada cansado. 

Leandro volvió a perder el hilo de la conversación y un rato después, se excuso con ir al baño y salió del comedor. Caminó sin rumbo fijo, hasta que terminó frente a la puerta que tenía su nombre y el de Paulo. Al abrir la puerta, se encontró con el cordobés sentado en la cama doblando sus ropas y guardándolas en la valija. 

Paulo decidió fingir demencia respecto a lo que sucedió entre ellos algunas noches atrás y Leandro, por el momento, decidió hacer lo mismo. Aunque quisiera tirar a Paulo contra él y volver a comerle la boca, tenía que estar concentrado, todavía faltaba el partido contra Peru.

—¿A dónde vas? —Preguntó Leandro, al notar que Paulo ahora estaba de pie y tenía puesta una camisa blanca arremangada y un pantalón de vestir, demasiado ajustado para la cordura de Leandro.

—Vamos a salir con el Toro y algunos chicos más.

¿Qué?

—Eh, ¿A dónde?

—No sé, a comer —Paulo se puso el reloj y guardó el celular en uno de los bolsillos del pantalón —, como nuestras madres no están acá y mañana tenemos el día libre, decidimos salir ahora y así descansamos mañana. Algo tranqui igual. 

—Ah.

—Bueno, nos vemos, bye —Paulo se giró, abrió la puerta y se fue. 

El resto de la noche, Leandro optó por no pensar en Paulo y en que estaría haciendo el cordobés. No imaginó que podría pasar esa noche entre Paulo y Lautaro. Leandro los había visto muy juntos el día del partido contra Paraguay. ¿Realmente salieron en compañía o estaban los dos solos?

Leandro perdió la noción del tiempo y cuando escuchó la puerta de la habitación abrirse; pausó la serie que estaba viendo en el celular y vió a un Paulo entrar a paso rápido y tirar su celular con bronca en la cama. A continuación, se quitó el reloj y de la misma manera lo dejó en la mesa de luz.

—Eu, ¿Qué pasa?

—¡Nada! —dramatizó Paulo, se sentó en la cama y se cruzó de brazos.

—¿Tan mal fue la cena?

Paulo frunció el entrecejo en su dirección, parecia realmente enojado y tenía el rostro colorado.

—Sí Leandro, porque fue el pelotudo de Rodrigo y terminamos a las piñas. 

¿EH?

—¿Qué? ¿Paulo es joda?

—¿Por que joderia con algo así? Le di una piña y me la devolvió, me tiene cansado el culiado ese. Mal amigo, buitre de mierda.

Leandro no sabía que carajos decir. Sentía que cualquier cosa que acotara, haría explotar a Paulo.

—¿Estas bien? ¿Te duele algo?

—No —Paulo se puso de pie, se desabrochó la camisa, siguió con el pantalón. Cuando estuvo nada más que con el bóxer puesto, se metió bajo el acolchado y se cubrió completamente.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨

Si son de Argentina y saben de la pelea de Pampita con Isabel Macedo por Benjamin Vicuña, así fue la de Paulo y Rodrigo (?). Paulo obvio es Pampita, aunque no todo es lo que parece!!!




todos los caminos conducen a roma 🐺 paulo dybala, leandro paredes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora