La sociedad estaba dividida en castas y en manadas siendo el alfa como el más superior el líder de la misma, si no estabas incluido en una manada no eras tomado en cuenta por nadie, tampoco podías casarte ni tener hijos. El alfa líder tenía que aprobar si querías casarte con alguien. Izuku era el único omega de la manada de Shoto Todoroki, katsuki su amigo de infancia nunca lo quiso incluir en la suya. Su pequeño pueblo era solo de 3 manadas debido a lo reducido que era.
Izuku sabía que era un omega asqueroso, solo por el simple hecho de nacer omega masculino. Sabía que katsuki no lo quería cerca, sabía que katsuki no gusta de él, aun sabiendo todo esto decidió por lo menos confesarse y el momento perfecto llegó cuando el alfa rubio estaba medio del bosque mientras cazaba, izuku lo había estado siguiendo pues katsuki no le había dirigido la palabra en semanas y queria saber porque, nunca se imaginó lo que pasaría.
Debía darse cuenta cuando algo andaba mal, el rubio empezó a gruñir y sudar en exceso, sus feromonas estaban fuera de control, había entrado en celo. Debía irse pero al contrario de eso se dejó llevar por el calor del momento y se entregó a katsuki en cuerpo y alma, nada más que pieles chocando, jadeos y gruñidos se escucharon por horas, su cuerpo ardía y le pedía cada vez más, katsuki lo anudo por horas, no fue hasta el amanecer que izuku logro safarse del agarre del rubio para poder huir con las pocas fuerzas que tenía. Pasaron semanas y luego meses, Bakugo nunca lo busco.
Shoto lo había reprendido porque siendo el líder sabía lo que pasaba con el único omega de su manada y ahora yace aquí, con su gran barriga de seis meses escondiéndose del alfa que lo embarazó, pensaba decirle alguna vez? Definitivamente sí, pero luego su decisión cambió porque le informaron que Katsuki Bakugo se casaría con Camie Utsushimi para unificar sus manadas. No le quedó de otra que aceptarlo y aceptar que él se tendría que casar con Shoto Todoroki.