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—No hablas enserio, díganme los dos que es verdad.

—Porque tendría que mentir, además todo fue fríamente calculado—aseguró su hijo.

—Ernesto—dio un leve codazo Clara.

—Bueno no puedo negar que te deseo y mi madre sabe lo que siento por ti, desde el primer día dije que esa mujer debo amarrarla con ms hijos sí o sí.

—Te escucho y no puedo creerlo —negó clara avergonzada—Entonces el día de la feria fue un plan macabro.

—Algo así.

Bárbara se siento orgullosa que su hijo al fin lograra la felicidad, se lo merece después del bochorno sucedo con Gabriela, y que agradezca esa mujer que no la vi o ella misma la sacaba arrastras de la empresa.

En un par de semanas terminaran su contrato y no iba a renovarlo, menos ahora que Clara seria madre y la hará abuela como para que pase un mal rato por esa mujer.

—Me alegro por los dos, sabía desde el primer día que conocía Clara que ella sería mi nuera, no lo se llámenme bruja pero no me equivoque.

—Enserio madre.

—Por supuesto, ahora esta mujer me hará abuela, y te pido que me la cuides, veras Clara tan solo hace poco hablábamos de ello, de los niños y el hipócrita de mi hijo decía que era muy pronto—acuso Bárbara, la cara de Ernesto se puso pálido—Que esto, que lo otro y el muy hipócrita ya me estaba haciendo abuela.

—Por dios madre, eres todo un caso.

—Ahora lo soy, ven Clara déjame abrazarte, y decirte nuevamente que gracias por ser parte de nuestra familia, ese bebe lo voy a consentir tan bien, ya me está llegando la edad, la realidad por así decirlo.

Claro no pudo evitar reírse de ambos, estaba en la familia correcta, agradecida porque sin buscar la felicidad esa que pensó que jamás volvería a sentir, apreciaba a la señora Fonseca, pero la señora Bárbara era otro nivel de cariño y amabilidad.

Ernesto no la dejaba hacer nada, incluso ni caminar, momentos que se ponía algo irritable, estaba embaraza mas no incapacitada para hacer las cosas.

Se volvió muy posesivo incluso una mañana en fin de semana apenas logro despertarse cuando tuvo que abrir la puerta de su departamento para ver a Ernesto con dos maletas.

Habían quedo que ella se mudaría hasta casarse, pero el no espero más y se mudó al departamento de ella, , aunque con la herencia podría hasta comprar una casa.

Ernesto no estaba de acuerdo que él se encargaría de eso, y que eligiera la que más le gustara.

Aun no sabía que haría con tanto dinero, esperaría que las ideas surgieran, aunque su bebe no iba a tener necesidades, no quería estar dependiendo de Ernesto, aprendió a valerse por ella misma.

—¡Dios! Estas quemando la cocina Ernesto—dijo ella tan alarmada cuando vio el humo invadir su departamento y abrir las ventanas.

—Se me quemo el tocino, no sé cómo le hacen en los restaurantes, pero logre salvar un poco, también hace algo de huevo revuelto—Clara se asomó y solo vio carbón en ello.

—Me Vendiste tus cualidades del hogar señor Aldarte—dijo ella defraudada entre risas.

—Creo que hoy fue un mal día, pero en verdad el mérito es lo que cuenta.

—Déjame ayudarte amor, aunque no se me antoja, prefiero algo dulce no lo sé, pero solo quiero endulzar mi paladar.

—Unos panques, lo hare.

—¡NO! Perdón los hare yo amor, solo pásame la harina—dijo ella remangándose la camisa—Debemos apurarnos a las diez tenemos cinta con la doctora.

La cara de felicidad de Clara era ver su pequeño bebe formándose, era decimado pronto pero en un par de meses podría saber su sexo, Ernesto esta igual de feliz que ella, ambos se lo merecían.

La noticia llegó cuando Amador pasaba por el corredor y vio a Clara con Perla hablar sobre él bebe, pensó que era la amiga de Clara que estaba embarazada, pero se detuvo cuando ella felicito a su ex mujer esperando que sean hasta trillizos.

—Bien amiga ya no te quito tiempo, me alegro por ti y Ernesto, los dos harán un bebe hermoso.

—Gracias Perla, sé que es pronto pero me gustaría que fueras los padrina de mi bebe.

—No lo voy a pensar, claro Clara, además yo fui quien descubrió que estas embarazada.

—Estas embarazada—Clara se giró para ver Amador.

—Si Amador, estoy embarazada.

—Amiga te dejo—se despido Perla con desagrado hacia Amador.

Para Amador no podía creer que Clara estuviera embarazada, en unos días la sentencia de su divorcio será notificada, es así como terminaron ahora, ella ahora estaba con otro.

Clara espero que digiera algo, estaba alerta si quería reclamarle, no tenía derecho de hacerlo, no después de como destrozo su corazón meses atrás, dándole lugar a Iveth.

—Vaya es solo que...Me sorprendió Clara, no quiero que pienses que tengo derecho a reclamarte.

—Eso es verdad no tienes derecho a reclamarme nada.

—Me ha quedado claro, sé que no fui bueno contigo, y es por eso que deseo hablar contigo Clara, nos darán sentencia, y aunque no lo creas no la he pasado bien, al final de cuentas me costó trabajo darme cuenta de Iveth no era la mujer que decía amarme.

—Creo que es bueno reconocerlo, tarde pero es bueno.

—Eso lo sé, te deje ir y me arrepentiré de eso—Claro negó—Porque fui estúpido, no pensé realmente, me deje deslumbrarme por ella por años supo bien cómo hacerlo, y debo reconocerlo, y si tienes derecho hacer feliz Clara, ese bebe....

—Este bebe pudo, quieres decir Amador y aunque no viene al caso tuvimos uno—confeso ella—Pero jamás se tiene el valor para decirlo, incluso el día que regresaste con ella y que según tu estaba dolida por no enfrentarte tuve un accidente Amador, cruce la cera y bueno no tiene caso decirlo, estuve tres días en un hospital intentando sobrevivir la pérdida de un hijo.

—Clara si lo hubiera sabido.

—Te vi con ella en tu despacho Amador, ese día lo perdí y aunque te culpe por ello, porque lo eras, no te detuviste en hacerme ver tu acto impropio con ella, pero comprendí que no había lugar para mí en ti, nunca lo hubo Amador, solo me aferre a mi idea, pero ya no importa lo que paso entre nosotros.

—Clara...

—Amador, me alegro que te dieras cuenta, pero igual si lo hubiera tenido, podría apostar que la hubieras elegido a ella, y no a mí, por algo pasan las cosas, te deseo lo mejor del mundo, porque no vivo de rencores, y que no vuelvas a caer ante Iveth, por sabiendo cómo es cuando no logre en otro lo que busca te busca, porque esto es un bache para ti, un gran bache amador, debo irme—se acercó a el—Adiós Amador—beso su mejilla y se fue de ahí dejándolo.

Amador se sintió vacío, se negó a ver a Clara como la mujer de su vida, y cuando estaba por verlo de esa manera Iveth lo arruino todo, tenía razón, uno de los dos debía ser feliz.

—Adiós Clara, adiós.

Amame, Antes de que me VayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora