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—Te vez muy contento hijo, me alegro por ti, Clara es una buena muchacha, se puede ver con claridad no vas encontrar ninguna como ella, cuando llegues a casarte dame al menos un par de nietos Ernesto.

—Madre, es muy pronto aún.

—Que pronto tienes ya casi los treinta, no eres un jovencito y cada dia estoy llenada de canas.

—Madre tu cabello es cano, cuales canas.

—Eres un grosero que no hay respeto, le diré a Clara que te ignore, cuídala Ernesto o me voy a enojar contigo.

—Eso lo se madre, Clara me ha llenado de muchas emociones, dios no sé cómo decirlo, pero estos dos meses han sido buenas entre nosotros, nos conocemos y aunque apenas en la feria le dije que fuera mi novia, le pedí que se casara conmigo esa misma noche, no preguntes madre.

—¡Que! Por el amor de dios se camina no se corre, Clara viene de un matrimonio no grato, dale tiempo a la mujer por dios Ernesto.

—Tranquila madre, si todo sale bien espero casarme con ella en menos de un año o pasando, pero no puedo esperar, no quiero que venga alguien mas y llame su atención—Bárbara negó su hijo era igual a su padre, siempre tan decidido.

—Bien, solo no me la distraigas mucho menos de escenitas de amor, luego los empleados se van a quejar que por que a ustedes si los dejo y a ellos no.

—Todo afecto en tiempo libre madre, soy un hombre profesional en ese asunto y Clara es la que me pone un alto.

—Y como no va hacerlo si ella es más responsable que tú, por cierto teníamos pensado en invertir en la empresa Fonseca, después de que vimos semejante escena cancelamos, pero si Clara tomo su puesto como socia mayoritaria debemos invertir como lo habías propuesto hace meses, el ahora solo es socio minoritario, un ejemplo como un pequeño niño que va a la escuela a decir presente, asesora a Clara en lo que necesite, mi nuera debe ser una leona para esos depredadores, no vez que la pobre tiene cara de inocente le van querer ver la cara y ahí entras tú.

Ernesto adoraba a su madre, era de las pocas mujeres que no se metían en la vida de su hijo, sobre todo en el ámbito social en el que viven, el rico quiere ser más rico y solo ve sus intereses.

Bárbara Aldarte no olvida sus raíces y eso le ha engrandecido todo lo que toca, tal vez por eso le agrada Clara porque ambas son tan parecidas cuando conocieron a esos hombres.

Se despido de su madre, Clara llegara mas tarde, aviso que estaría en la empresa con su ex suegra, tendría tiempo de terminar unos pendientes y luego tener mucho tiempo para Clara, una sonrisa se formó en el hombre, Clara se adueñado de sus pensamientos desde hace semanas que le podio ser su novia, ahora estaban comprometidos, pero, justo hoy sería una noche especial para darle el anillo.

Tal vez era muy pronto, pero ella es la mujer que desea en su vida, formar una familia. Avanzo hasta el elevador sin darle importancia cuando este se abrió dejando ver los ojos de aquella mujer y una sonrisa en su rostro.

—Ernesto—dijo ella como si el tuviera la misma dicha de felicidad en verlo.

—Gabriela—respondió sin poder creer el descaro de ella.

Clara solo escucho las palabras de la señora Fonseca, no quería cometer ningún error, además le había pedio a Perla a su única amiga incondicional que, si quería ser su asistente, no lo dudo además su esposo se encargaría también de llevar los asuntos de la empresa.

Estaba agradecida con ellos por ayudarla en momentos difíciles, y ahora les devolvía el favor, ambos esposos están encantados, de que tendría un poco más de extra.

Amame, Antes de que me VayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora