"Yo abajo y tú arriba"
Entro al apartamento y dejo las llaves sobre la mesa, salí del club y Enzo ya se había ido, camine unas cuadras hasta que me encontre con el Cuti quien se ofreció a traerme.
Al pasar la puerta lo veo sentado en el sillón, con sus codos apoyados en el respaldo de éste, en cuanto gira su cabeza y me ve, sonríe — Perdón que te deje sola, estaba apurado.
Hago un gesto con la mano — No importa, me trajo el cuti.
— ¿El cuti? — frunce el ceño y se mueve en el sillón.
Asiento.
— Ah que bueno — se hace el enojado y mira hacía delante nuevamente esperando que vaya.
Haciéndole la contra, chasqueo la lengua y subo a la habitación tirando mi bolso en la cama, comienzo a sacar mi ropa para cambiarme comenzando con mi top y finalizando por mi calza, cuando quedo únicamente en tanga escucho la puerta abrirse.
— Ah bue, que lindo esto — la voz de Enzo se hace presente, volteo los ojos y un quejido sale de mi boca cuando siento su mano caer en mi culo, haciendo que pegue un saltito en el lugar, tapo mis pechos y me giro hacia el — ¿Que te tapas? Fantasma.
Con su brazo me lleva hacia él, veo que tira una bolsa en la cama y al tirar de mi brazo hace que éstos caigan, envolviendo mi cintura con los suyos y apoyando su cabeza en mis tetas cuando estos quedan pegadas a su pecho.
— ¿Te enojaste gorda? — susurra sonre mi piel y comienza a dejar besos, subiendo a mi cuello y finalizando con un pico en mi boca, lo sigo ignorando provocando que una sonrisa se dibuje en su cara — Contestame amor.
Lo miro y niego pegando mis manos en su pecho, haciendo presión para que se aleje pero el se aferra a mi apretando fuertemente mi cuerpo.
— Si, te enojaste — deja muchos besos en mis labios y va corriendo su boca hasta llegar a mi oreja y susurrar en mi oído — Ahora te voy a romper toda, no te enojes.
Inconscientemente se forma una sonrisa en mis labios al sentir su respiración y los pelitos de pocos días me hacen cosquilla, pero tratando de ser firme asiento dándole besos en el cuello hasta que siento que su agarre se hace mas suave y lo empujo.
Sonrío para mi y voy hasta mi bolso para tomar un top que se encontraba entre el rejunte de ropa, cuando estoy por pasar éste por mis brazos, él frena mis movimientos con los suyos tirando la prenda en la cama y vuelve a pasar sus manos por mi cintura presionando en mi abdomen, pegándome a su pecho
— ¿Qué haces? — susurra en mi oído fingiendo estocadas, presiona mi espalda empujandome y mis manos caen en la cama.Sus manos se deslizan por mi cuerpo y al quedar en mis caderas me apoya todo su bulto, muerdo mi labio cuando vuelvo a escuchar su voz — Te haces la difícil y me das mas motivos para romperte todo el orto.
Siento como su pantalón cae y al frotar su cuerpo con el mio puedo sentir su bulto rozar con mis nalgas, estiro mi brazo hacia atras y meto mis dedos en el elastico de su boxer, tirando para abajo, no puedo lograrlo ya que él sujeta mi muñeca y la coloca en mi espalda baja.
— Enzo no te pongas pelotudo — me quejo y escucho una risa ahogada salir de él y seguido de esto siento su diestra en mi nalga.
— No me faltes el respeto — siento como sus dedos estiran el elástico de mi tanga para deslizarla por mis piernas, palmea entre mis muslos — Levanta, dale.
Hago caso a lo que me pide levantando mis pies para que saque mi ropa interior arrojandola en la cama.
Por instinto subo mis piernas a la cama, apoyando mis rodillas en esta, dejando un espacio para que él se posicione entre ellas y antes de que mis codos toquen ésta, el morocho me abraza dirigiendo sus manos a mis pechos y susurra en mi oído — Muy bien, así me gusta.