FLECHA

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Caíste del cielo, afilada como espada, y rápida como un Halcón...

Yo estaba desnudo, apreciando las estrellas, asomado desde mi balcón...

Y fue sin ningún tipo de aviso... diste en el punto preciso, atravesando mi corazón,

caí de inmediato al suelo, con el pecho ensangrentado... sin saber la situación.


¡Auxilio!, dice el susurro de mi voz, invadido por la tos, de la sangre en mis pulmones...

Sé que no, existiría doctor, que me cure este dolor, con algunas inyecciones...

Ni escritor, que componga una canción, explicando la ocasión, de tan malas emociones...

Es desagradable la situación, hasta..., me diagnosticaron depresión, por creer en tus ilusiones.

Mil Poemas Y Un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora