CAPITULO 6

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Observo cómo mis compañeras copian mientras la clase está en silencio; la piedad de la señora Supmet no ha sido suficiente como para librarnos del castigo. Si al menos fuese por algo que he hecho yo... pero no... la tonta de Ivy siempre pagando por los demás, ¿nunca se acabará eso de pagar justos por pecadores? Me parece mal que por la vergüenza ajena de Élpyd ayer, paguemos todas... Y encima tiene la cara de seguirse riendo de las demás... Bff es que tiene un golpe... ""La agresividad Ivy... la agresividad.. Contrólate"" ¿Pero tú has visto todo lo que hay en los paneles? Es increíble. Como no pudimos ir al templo, la maestra ha decidido traernos el templo a nosotros y claro....descifrar cada uno de los simbolitos que los antiguos pintaron en sus paredes. Antiguos pobladores de otro lugar que no era esta nuestra ciudad, pero es el mismo templo... Sí...¡Y qué lo digas!.. un lío tremendo.

"No se si esto es normal Ivy, pero hablas contigo misma como si yo fuese otra persona... Ve al sanador estás algo loca".

Tan sólo los resoplidos de la misma Élpyd por llamar la atención nos sacan de nuestros pensamientos....quizá sea una táctica porque la mayoría de esos pensamientos son de ella cayendo por el puente hacia abajo, arrastrándola de los pelos por el scolaio, que le atropelle el corredor..."Ivy...vale ya.. No desees mal a nadie, pobrecita" ¿Pobrecita? ¿Con todo lo que tenemos que copiar y descifrar en casa...para entregárselo mañana a Supmet? ¡Vamos! Ni lo insinúes.

De nuevo estoy hablando, bueno discutiendo conmigo misma, siempre me ha pasado, pero no sé si es algo normal o es que estoy enferma, pero ahora es el menor de mis problemas.

La campana nos saca de la discusión, pero nadie se levanta. Los cuatro encerados de la clase están llenos de grafos y no nos ha dado tiempo a copiarlos todos.
Al rato, veo que las demás se van levantando, poco a poco. Seguramente que yo sea de las últimas, como siempre. Hells termina y en un susurro me dice que me espera fuera, en los bancos. Sé que no le gusta esperar, así que me aligero, pero no puedo ir muy deprisa, tengo que ir contando los detalles de las figuras.

Ya me quedan pocos grafos, a ver..... navío , roca , animal y muerte. Terminé, sí. Levanto la cabeza y en efecto... soy la última, ni siquiera Asora, que suele ser de las últimas como yo, está en el aula.

- Gracias por esperarme maestra Supmet - le digo al descender las escaleras para salir ya de clase.

- No hay de qué Ivy, mañana recuerda entregarlo... Que ya sabemos las dos cómo es tu cabeza.

- Descuide, hasta mañana - salgo de la clase embalada y respiro hondo.

Siempre que tiene oportunidad me recuerda el trabajo que no entregué acerca de la tecnología de la humanidad desarrollada en el último siglo...pero no recuerda que el día anterior desapareció mi padre, no recuerda que todo lo sustancial lo heredamos de siglos anteriores... ¿Qué quiere que le ponga? ¿Los auriculares globalizados?¿El tren flotante? ¡Qué más da! Si la única tecnología que ha habido siempre está relacionada con captar y acumular la energía del Sol.... Indignada subo las escaleras del scolaio, llego al recibidor atravesando las galerías de columnas, subo otro tramo de escaleras y llego a la pequeña plaza frente a la pirámide de cristal, Hells ya no está, saco el localizador y veo que tengo un mensaje de ella. Pone que se va porque quiere hacer la traducción cuanto antes y tardo mucho... Sólo ha esperado 5 cr, si en vez de veinte cronatos más, como he estado, hubiese tardado diez, tampoco estaría allí.

Atravieso el puente y llego al ágor central.

Desde ahí miro el imponente edificio de la isla, el reflejo de los últimos rayos de sol en la fachada casi me deslumbra. Ando hasta la estación del corredor, busco la tarjeta de mi planta, accedo y encima me toca esperar, parece que acaba de pasar, el andén está desierto. Las pantallas de vitrelo permanecen iluminadas y congeladas mostrando en grande ISLA 7. Cada vez que veo o escucho el nombre de mi isla me vienen recuerdos de las competiciones entre scolaios de las diferentes islas en deportes, canto, baile incluso decatlones académicos. Participé cuando era niña en las pruebas de danza artística y las chicas del scolaio de la Isla 3 nos ganaron, pero no en el decatlón académico, el cuál llevamos ganando desde hace más de 30 años.

El andén comienza a llenarse y de seguir tardando el corredor, pronto estaremos como alimentos en conserva. En efecto, cuando el vagón entra en la estación somos muchos esperándole. Me sorprende ver a algunos alumnos del scolaio masculino, ¿Acaso a ellos también les ha castigado el señor Tiguf?

Las puertas se abren y tras dejar salir a los pocos pasajeros que venían en él comienza la avalancha por entrar y coger sitio. Mi mochila, mi abrigo y parte de mí se ve arrastrada hacia un lugar y mi otra parte hacia el otro. Por fin consigo entrar en el vagón esperando poder respirar tranquila... ¡No puede ser!... ¿Es que la gente no conoce la ducha? ¡Noo señor, no levante el brazo por favor! ¡No se mueva! ... Pues nada... "a ventilarse bien" ojalá se baje en el primer piso.

Como si la fuerza universal hubiese escuchado mis plegarias, el hombre junto una gran marabunta abandonaron el corredor en la estación del primer piso. Ya hay sitios libres pero no era descansar lo que necesito, si no respirar... Bff aire limpio... Menos mal.

El corredor llega a mi planta, salgo deprisa para llegar cuanto antes a casa, no puedo perder más tiempo en los viajes. Para mañana tengo que entregar la transcripción del templo. Voy por la acera tan acelerada que no me percato de alguien que está gritando a mi espalda

- ¡Ehh Perdona! - cuando lo vuelvo a escuchar un par de veces más, me giro.

- Hola... Perdóname por seguirte, pero se te ha caído esto en el corredor. Iba a esperarme a mañana pero quizá lo necesites. - No puede ser...¿es una broma? El chico del corredor me tiende la libreta donde he copiado los grafos que tengo que traducir.

- Muchas gracias - digo nerviosa...qué pánfila de verdad.

- No hay de qué - me dice sonriendo mientras sus ojos se clavan en los míos, entonces puedo ver que el otoño de su mirada tiene unos brotes verdes en torno a la pupila. Seguro que he tardado mucho y me he quedado embobada.

- Bueno tengo prisa, que tengo que transcribir todo esto para mañana

- Es del templo ¿verdad?

- Sí, ¿cómo lo has sabido? ¿Vas mucho por allí?

- Nooo, para nada - dice riéndose - Historia, el señor Tiguf también nos hizo transcribirlo el curso pasado.

- Ahh....- su voz suena tan grave.. Ivy cálmate.

- Bueno chica del corredor... Mañana nos vemos. Que cunda la tarea.

- ¡Oye! No te copies que así te llamo yo - digo sin pensar... Las mariposas parecen haber tomado el control de mi cuerpo...

- ¿A si? ¿Soy el chico del corredor? – "ohh Ivi, si no le quedaba duda cada vez que huyes, ya le has confesado que piensas y hablas de él." No sé qué decir así que asiento sonriendo.
- Entonces sí queda mal, te doy la razón...soy un copiota - Me sonríe y se da la vuelta, un instante después escucho:

- ¡Hasta mañana Ivixen! - seguido de una risa nerviosa. Me quedo de piedra, hacía mucho que nadie me llamaba por mi nombre completo. El último que lo hizo fue mi padre y desde entonces nadie lo había dicho tan efusivamente. Antes solía enfadarme, pero este no es uno de esos casos, es una sensación extraña ¿Me ha gustado escuchar mi nombre de nuevo? O ¿se trata únicamente de que haya sido él el que me haya llamado así? No lo sé, pero él hace más de un rato que se ha ido y yo sigo aquí sonriendo quieta, mientras escudriño la nada intentando comprender el jaleo de sentimientos que hay en mi interior.

ALBOR - Un nuevo comienzo -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora