La imagen de Dirde desde la cima del bosque, lugar más visitado por los turistas para contemplar las islas y la tecnología de la ciudad, no desaparece de mi mente. El agua llega a los primeros pisos de las islas, las olas han roto algunos cristales y los chispazos de cables rotos iluminan de vez en cuando el oscuro cielo de la noche.
Llevamos varias cronas en un claro del bosque próximo al puente que solía unir la insula de tierra con el anillo que conectaba con todas las islas. Aquí hay entre treinta y cincuenta personas despiertas, con aspecto terrible ¿Estaré yo así?
Varios son algunos de los sacerdotes del templo, otro el responsable de la ciudad y no entiendo por qué están aquí y no al otro lado de los muros. En este rato me han resuelto gran parte de las dudas pero no paran de surgir más, nada tiene sentido.
Tal y como Giannis me ha contado, el nivel del mar no cesa de subir y había un plan de emergencia, según me han dicho, desde los tiempos de las primeras civilizaciones. Los antiguos dioses de más allá del cielo nos dieron la tecnología necesaria: los cristales, nuestro deber era mantenerlos ocultos para ayudarnos en estos casos, pero al igual que ocurrió en la antigüedad, los hemos aprovechado para nutrirnos de su energía y adecuar nuestra tecnología a ellos, en lugar de mantenerlos a salvo, custodiados hasta el momento que, de verdad, fuese preciso su uso. Bueno, aquí discrepaban algunos, añadiendo ideas increíbles, que también creaban discordia, pero coinciden en que los templos de las grandes urbes y algunas pequeñas son en realidad grandes arcas de piedra capaces de navegar, a la deriva y proteger dentro a un número de ciudadanos considerable, así como, de animales para que pasado el peligro se pueda volver a empezar dónde quiera que encalle el templo. De ser una emergencia de aire solar o de fuego los templos son de grandes muros de piedra con fuertes láminas de orikalco que repelen y protegen el interior.
De ser todo cierto ¿Cómo sabríamos que es una emergencia? ¿Qué tiene que ver ésta historia con las inscripciones del templo que revelan cosas similares? ¿Por qué dormir y ocultarlo?
- ¡Edwan! ¿Qué piensas? – una voz por detrás me sobresalta. Es de Khemet, el hombre de color que dirige la resistencia al proyecto.
- No sé ni lo que pienso, estoy cansado y liado, no entiendo nada de lo que me habéis contado.
- Esos sacerdotes sólo saben creer al pie de la letra las inscripciones y no se dan cuenta que todo es una conspiración para seleccionar a la población y dirigir la descendencia.
- ¿Y el nivel del mar?¿Qué pasará con nosotros?
- El mar es infinito, sube, baja, es incontrolable e impredecible. Creen que porque venga cada día un barco con nuevas barreras va a proteger el templo. El centro de la ciudad, en la falda de la colina está ya sumergido, cada noche subimos un poco para evitar morir ahogados mientras dormimos. Nosotros debemos atacar y despertar a todos, tomar el control del templo y la ciudad, si no moriremos, los túneles siempre están abiertos para que entre el agua en caso de crecer el mar, y así comenzaría a llenarse el laberinto antes de afectar al templo en sí.
- Entonces ¿Morirán ahogados mientras están en trance?- pregunto alarmado.
- Sí, al menos los de los niveles más profundos.- Un escalofrío recorre mi espalda.
- Ya han elegido quien vive y quién muere ¿Por qué hacen esto?
- ¿Acaso el mundo ha sido justo alguna vez? Como ves, desde las grandes guerras nada ha cambiado, los ricos siguen gobernando y dirigiéndonos como simples mascotas con los que experimentar sus ideas fruto de sus egos.
- Pero alguien tendrá que llevar las riendas de los gobiernos- digo perplejo.
- Sí, gente justa, trabajadora y que se preocupe por los demás, no que intente matarnos para alejarnos del poder, ¿No te das cuenta que sólo van a sobrevivir aquellos que acatan las órdenes con sumisión, sin preguntas ni oposición?
- Somos personas, va en nosotros ser libres y cuestionarnos todo- le respondo.
- Debes abrir los ojos Edwan, esa gente sólo mira por sus intereses, jamás harán nada que beneficie a los escalones más bajos de la sociedad. – le miro sorprendido. Pero...¿y a mí qué me cuenta?¿Hola? he estado dormido casi un año y he podido morir ¿De verdad hay lucha de clases ahora? Pienso algo rápido y contesto.
- ¿Y cuando les derrotemos? ¿Piensas asumir tú el mando de Dirde?
- Si todos me eligen sí.
- ¿Elegir? ¿De qué hablas?- le miro asombrado.
- Cada persona podrá elegir a sus gobernantes como en τ'ida... - No está mal, pienso, la democracia siempre me ha gustado.
- Eso está bien- digo alegre.
- Claro que lo está, todos elegidos y gobernados por igual y los veinte del consejo fuera, aniquilados, nada de beneficios por portar un apellido, un linaje.
- ¿No podrán presentarse a ser elegidos? – pregunto asombrado.
- En cuanto asaltemos el templo acabaremos con el linaje de los 20 fundadores y una vez que entre en el consejo...
- ¿Seguirás trabajando como hasta ahora además de compaginar la labor de gobernante? – le pregunto anodadado.
- No, me dedicaré a proponer ideas al consejo totalmente elegido por los habitantes, para que todo avance correctamente sin engaños ni abusos.
- ¿Entonces de qué sirve todo esto a parte de salvar a los dormidos? - me escucho decir mientras el gesto de Khemet se tensa.
- ¿Cómo que para qué sirve? ¿Aún confías en ellos? ¡Así pasa!
- Tendrás que explicármelo mejor entonces, por ahora sólo he entendido que piensas matar a los 20 consejeros, herederos de su linaje de más de 2000 años y presentarte a ser parte del nuevo consejo para supuestamente acabar con todo lo anterior pero me suena a " quitamos a los veinte, me pongo a mí y a mis amigos, que los de antes sean ahora los que trabajen para los supuestos "pobres" y en unos años serán ellos los que estarán "abajo" y vosotros los poderosos ¿Y luego? ¿Me intentarás convencer que es bueno mantener a los mismos 20 del consejo original de la resistencia, hasta que fallezcan?
- ¡Estás loco! – me grita.
- Soy justo, me parece bien elegir y no quiero que muera nadie, pero de una manera u otra siempre habrá revueltas contra los consejeros, porque tienen o tendréis el poder, seas tú u otros.
- Con nosotros no, miraremos por las personas, no solo por los intereses gananciales como se lleva haciendo desde hace siglos.
- No es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita Khemet – interrumpe Giannis que se acerca a nosotros. – tenemos educación, ocio, un trabajo y una época de paz con otras ciudades, si bien hay cosas que cambiar como el pago tan escaso por los trabajos y otras cosas, no se vive nada mal.
- Para ti es fácil viviendo en una de las islas...¿Qué pasa? ¿Te arrepientes de formar parte del plan? – le contestó Khemet enfadado poniéndose en pie -¿A qué juegas? – le insta.
- Te dije que tendrías mi apoyo y lo tienes por la ayuda para salvar a más gente y mi familia.
- ¡Me alegro que siga en pie! Porque no lo parece, a veces pareces olvidar lo que nos está sucediendo – Khemet se va al campamento y me deja con Giannis.
- No hables, ni digas nada – mira hacia ambos lados- éste es el plan; mañana por la noche entraremos a por Ivy y Eloixe, hay que ponerlas a salvo cuanto antes.
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ALBOR - Un nuevo comienzo -
RandomIvy, una joven de dieciséis años que vive en un mundo tecnológico, se encuentra inmersa en sus estudios, su rutina y ¿sus sentimientos? cuando todo parece desvanecerse.... Una novela juvenil distópica cargada de intriga, tensiones y amor. ¿Estás pr...