CAPITULO 24

2 0 0
                                    


 Sigo escuchando la alarma que empezó a sonar al descubrirme uno de los vigilantes del laberinto, así lo llama Giannis, el hombre que puso la nota en mi mano y me ayudó a despertar. Estamos escondidos en algún pasillo antiguo con inscripciones arcaicas y jeroglíficos. No ha podido contarme nada más, el silencio roto únicamente por el aviso sonoro, intensifica el efecto de la adrenalina.

- ¡Ahora corre hasta el final! – me grita Giannis

- No se ve nada.

- ¡Que corras muchacho! – le hago caso y me adentro en la oscuridad en una carrera.

- ¡No pares! – le escucho gritar a lo lejos.

Tengo las piernas débiles, pero consiguen acelerar hasta que siento el suelo más blando, ya no es de piedra, avanzo un poco más y noto el aire fresco en la cara, más adelante consigo ver el cielo estrellado del exterior.

- ¡Giannis!- nadie me contesta, miro hacia detrás y veo el túnel por el que acabo de salir y la espesa oscuridad del mismo. De repente, haces de luz surcan el mismo.

- ¡Alto! ¡Alto ahí!- escucho retumbar por el túnel, los guardias han debido de dar con él.

- ¡SIGUE CORRIENDO EDWAN! – Me grita Giannis mientras corre hacia mí

- ¡NO PARES, SÍGUEME! – En seguida, me alcanza y sin parar continúo con él entre los grandes árboles del enorme bosque en el que parece que estamos.

- ¡Alto!- Los guardias nos siguen de cerca disparando. Seguimos entre troncos y raíces hasta llegar repentinamente a un lago, pero el olor es marino, es agua salada.

- ¡Vamos! ¡Hay que seguir a nado!- sigo a Giannis a través de la oscura agua que desprende olor fuerte y corrompido. Los guardias comienzan a dispararnos desde tierra, al rato el silencio reina en donde quiera que estemos.

Nado a toda prisa siguiendo al hombre que me ha elegido para despertar. Al fin llegamos a la otra orilla. Nos adentramos en los árboles y entonces Giannis se sienta en una roca a descansar, le miro y con la respiración entrecortada le pregunto.

- ¿Por qué huimos?¿Dónde estamos?

- Seguimos en Dirde muchacho, nos persiguen porque no podemos salir del templo, ni siquiera revelar nada de nuestro trabajo. – Me dice cogiendo aire.

- ¿El templo? ¿Qué ha pasado? – Mi voz suena más grave, no sé si de estar dormido o... -¿Cuánto tiempo llevo dormido?- Me miro los brazos y tengo más vello del que recuerdo.

- Eres de los primeros que toleraste el proyecto, tu cuerpo se va haciendo a los químicos y cada vez necesitas más dosis para permanecer en trance. Llevas casi un año. – Me toco el pelo y la barba incipiente que tenía ahora está larga y con calvas.

- ¿Qué proyecto es? – digo asustado.

- Edwan, los mukhanes no cesaron de soltar cenizas hasta hace unos mínes, la tierra aún tiembla a menudo y el hielo ha ido derritiéndose y desplazándose de forma veloz. Eso obligó a la ciudad a protegerse de las inclemencias del mar. Las olas cada vez más grandes y las mareas más altas, llevaron a los dirigentes a encerar a todos los ciudadanos en el templo.

- ¿No podían tenernos despiertos?¿Por qué en el templo?- pregunto aturdido.

- Las mareas devastaron las islas, supongo que el templo les permitía refugiar a todos, ni los empleados podemos conocer el proyecto. En cuanto a lo de dormidos, imagino que será por no tener suficiente abastecimiento de comida y víveres tras el estado en el que está la ciudad, pero son especulaciones. – Giannis se levanta y comienza a caminar, le sigo mientras le vuelvo a preguntar.

- ¿Por qué a mí? ¿Por qué me pusiste el papel y me despertaste?

- Cada vez necesitabas más dosis y al igual que los demás, comenzarías a dar problemas varias cronas despierto encadenado.

- ¿Hay más despiertos?

- Sí, cuando unos compañeros descubrieron que a los que despertáis y no podéis aportar alguna habilidad al proyecto, dais problemas, y os sacrifican, decidimos ir un paso por delante y crear una alerta que nos avisa cuando lleváis varios días que despertáis 3 ó más veces, hasta la setiméra no crean un expediente en el eidor central.

- ¿Por qué querías que salvara a Ivixen?

- ¿Ivy?¿De qué la conoces? – Me pregunta bruscamente Giannis.

- Yo hice la pregunta primero.- le respondo firme.

- Es mi hija y la otra ciudadana, mi mujer. Las tenías que salvar antes de que se complicaran las cosas y fuera demasiado tarde – Me responde mirando al suelo sin perder paso.

- Todos los dormidos seguimos viviendo en un mund...

- Totalmente aparte, cíclico y repetitivo, lo sé. Soy uno de los encargados en planear dichas secuencias. Eso no explica de qué conoces a mi hija. – me dice autoritario.

- Ivy y yo, hemos hablado en ocasiones sobre los ciclos, ella también se está dando cuenta.

- Por fín, pensé que no lo haría nunca.

- ¿A qué te refieres?- Pregunto extrañado.

- De manera aleatoria, cuando he podido he ido metiendo fallos en la secuencia de Ivy para que su consciente comenzara a trabajar y la impulsara a despertar.

- ¿Lo ha hecho ya?

- No a ritmos que sugieran que va a despertar pronto. Sé que eres de mi isla y que os encontrábais en el corredor de camino al scolaio, primero pensé en Hells, su amiga, pero al ser el único que despertaste te elegí a ti para ir a por ellas.

- ¿Entonces todo lo acontecido es mentira? ¿Todo está planeado por comandos y secuencias dirigidas? – pregunto.

- Sí y no. La mente no es un animal que se pueda someter y encerrar siempre bajo las mismas variables, sigue siendo parte de la persona que está dormida y siempre hay que dejar unos márgenes de libertad para que no se colapse y de lugar a que los sentimientos y experiencias sean más reales.

- ¿Cuándo volveremos a por ellas? – le pregunto mientras seguimos por el bosque.

- De momento tenemos que llegar a la base de la resistencia, después ya veremos.

- ¿Qué pasará con los demás?

- No lo sé, todo parece apuntar a que si no mejoran las cosas, morirán ahogados. – Un escalofrío me recorre el cuerpo tras escuchar las últimas palabras de Giannis.

ALBOR - Un nuevo comienzo -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora