Música

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La música retumbaba en mis oídos. Sentía las vibraciones dentro de mi cabeza a la vez que la movía acorde al ritmo. No me gustaban los sonidos altos pero cuando me lo Ia los cascos todo cambiaba, jamás había volumen suficiente para mí.

Por culpa de eso, mi adicción a llevar la música lo más alta posible, no escuché las señales. O tal vez lo hice, pero no quise prestarles atención porque justo llegaba esa parte que me encantaba. Fuera como fuese no fui consciente de lo que ocurría hasta muy tarde. ¿Como no? Si yo ya tenía la medalla de oro en ceguedad ante señales reflectantes.

Caminé por la calle, dentro de mi cabeza me sentía como el personaje principal en una de esas películas en las que el protagonista tiene un subidón de autoestima y va por la calle prácticamente bailando. La música me hacía sentir en otro mundo, me hacía sentir mejor que nunca.

Varias personas me miraron por la calle, no supe identificar la manera en la que me observaban. Podría ser de pena, porque no era consciente hacia donde iba, o podría ser un intento de llamada de atención, para que mirara más allá de lo que la música me dejaba. Pero no, seguí caminando al ritmo de la canción.

Pasaron horas en las que anduve sin preocuparme de nada. Me empezaba a cansar pero seguía andando.¿Debería parar? Pensé por un momento viendo la canción que se reproducía en ese momento. Ya la había escuchado antes pero no me importaba, esperaba sentir lo mismo que la primera vez que la escuché, me engañé para creer que el sentimiento era el mismo mientras volvía a andar.

Finalmente, tras horas de cansancio pasó lo esperado por todos menos por mi. La batería del teléfono se terminó, la música cesó y solo quede yo atrapada en un lugar desconocido. No sabía cómo escapar de allí. La música me había cegado a tal punto que había perdido por completo el sentido de la orientación.

Enchufando el teléfono en un puerto de carga que llevaba en mi bolsillo, caminado otra vez buscando a tientas la manera de salir de allí.

En verdad no era música lo que escuchaba, era el sonido de tus mentiras lo que ahogaba mis sentidos. Haciéndome confiar en ti otra vez, perdonandote, creyéndote.. engañándome a mi misma para confiar en ti. Hasta que fue muy tarde, hasta que por el camino de quererte me perdí a mi... Y lo perdí todo.

Todo, por escuchar el dulce sonido de tus mentiras.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2023 ⏰

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