¡Estúpido! Así es el egoísta de Agamenón, que aquello que habita en él es la codicia.
Una persona egocéntrica que solo busca desatar el caos y la discordia, y cuyas estrategias son peores que las de un infante. Empiezo a dudar de si es hijo de Atreo y Aérope, o de la hija de la noche, Eris.
Qué vergüenza que un hombre casado como tú rapte a la joven Criseida, y no conforme con ello, me arrebate a la bella Briseida, su prima.
Oh, dioses todopoderosos, escuchad mis ruegos y haced que su muerte sea la más deshonrosa de todas.
Oh, madre, ¿qué haré ahora con este dolorido corazón?
Oh, Clitemnestra, esposa del inepto de Agamenón, ruego que des el merecido castigo alcretino de tu esposo.
Con estos ruegos y el silencioso sentimiento de venganza, pongo fina mi participación en esta absurda guerra fruto del ego del hermano de Agamenón, Menelao, y de la envidia de Paris.
¡Ojalá los griegos perdáis la guerra a manos de los troyanos!
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Relatos del corazón.
De TodoIdeas sueltas o relatos cortos sin conexion entre ellas. LOS RELATOS SON MIS IDEAS PROPIAS, CUALQUIER PLAGIO Y/O COPIA NO ESTA PERMITIDA.