El castillo siempre ha sido un lugar muy seguro para mí. He amado cada milímetro de las piedras de sus kilométricos muros.
Desde la muerte de mi abuelo a manos de abuela, ninguna mujer ha podido pisar el castillo. Todas... menos yo. Fui ocultada y siempre que salía, era tratada como varón.
Las vendas siempre cubrieron mis inocentes senos. De mi pelo ya ni hablar. Y mi voz fue callada.
Pero una noche de desvelo, bajé a la cocina a beber agua. Allí la vi por primera vez en años.
Esa misma noche, una silueta muy alta y delgada se deslizaba por los muros del castillo.
Lo sentía. Desde la sombría luz de la vela encendida en la cocina, sentía ese aura de venganza.
Pero no hice nada. Me paralicé. Y esa fue mi perdición y la del castillo.
Mi abuela los asesinó a todos menos a mí. Ahora soy su esclava y mi reino está en constantes guerras.
Solo espero ser botín de guerra o ser asesinada.
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Relatos del corazón.
De TodoIdeas sueltas o relatos cortos sin conexion entre ellas. LOS RELATOS SON MIS IDEAS PROPIAS, CUALQUIER PLAGIO Y/O COPIA NO ESTA PERMITIDA.