Ven y ámame (MTUH parte 3)

Capitulo 9

Capitulo 9 

Ayra 

Me levanto de la cama con el cuerpo inquieto y los ojos llorosos, he tenido una pesadilla y cuando las tengo se que se van a cumplir. Desde bien pequeña tengo sueños premonitorios, he aprendido con ayuda de las brujas de la manada y esta vez he sentido tanto miedo. 

Me cambio de ropa por un chándal y quitándome las lagrimas de la cara bajo al comedor en busca de papá y Edwin, ellos han de saberlo, aunque no lo puedan evitar, si pueden estar preparados. 

Bajo las escaleras arrastrando los pies, me pesa el cuerpo y siento como que un camión me ha arrollado tantas veces como a podido. 

Después de decirles que he de hablar con ellos, vamos al despacho, los tres nos sentamos y papá me sirve un vaso de agua, me lo bebo de un trago. 

-¿Que pasa cariño?- pregunta Papá dejando la jarra encima de la mesa 

-He tenido una pesadilla- les digo- no se puede evitar, pero si podéis estar preparados 

- ¿ Que pasaba en esa pesadilla?- pregunta Edwin, los dos se miran y sin decir nada esperan a que hable 

-Había una guerra, no se que pasaba pero un hombre- les digo,  el recuerdo me nubla la mente y me toco la cabeza- un tal Lucas, declaraba la guerra, no sé porqué, pero solo de recordarle el miedo me come, no se quien es ese hombre, pero es malo, lo sentía en el sueño, era frío y despiadado y iba a por...- no puedo terminar la frase 

Los dos me miran esperando a que termine, sabe de quién hablo. 

-¿ a por quién?- pregunta Edwin 

-A por mi- les digo- estoy en peligro 

Siento como los dos se tensan y se miran, el ambiente puede cortarse con un cuchillo. 

-Eso no ocurrirá- dice papá, se que está histérico,   aunque no quiera admitirlo tiene  miedo 

-Los tres sabemos perfectamente que no podremos evitarlo- les digo- papá el destino está escrito, solo quiero que os preparéis, porque ese hombre, sea quien sea no tiene buenos planes- les digo- papá por favor escúchame, sabes de sobras que nunca me he equivocado, solo te pido que estés alerta, hay cosas que no se pueden evitar y esta es una de ellas.- le digo 

No me responde, ninguno lo hace, solo asienten y en silencio nos dirigimos al comedor para seguir con la cena, se que tiene miedo, se que le gustaría cambiarme el sitio y que le pasase a el, pero a veces las cosas no pueden evitarse, lo que está escrito así permanece. 

***

Dylan 

Los tres salen del despacho y fingiendo una sonrisa, se sientan en la mesa y nos disponemos a cenar, nadie dice nada, nadie nombra palabra. 

-Está buena la pizza- la voz de tío Edwin rompe el silencio 

Los miramos sin entender nada y por suerte Mara le sigue la conversación, Ben y Lana también y en un momento la mesa se llena de risas, anécdotas y conversaciones. 

Y por suerte el ambiente tenso y malo que había antes desaparece. 

Le agradezco a la diosa luna la familia que me ha dado.