Capitulo 10

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Capitulo 10 

Ayra 

Han pasado cuatro días desde lo de mi pesadilla, cuadro días en los que papá y Edwin no han dejado de perseguirme, de seguir todos y cada uno de mis pasos, tienen miedo, lo comprendo pero es que ni ir al baño baño puedo ir sola. Los dos se lo contaron a Ben porque es el Alpha, al principio se enfadó porque no le dije nada, pero comprendiendo la situación no me lo reprochó, Lana ha hecho un hechizo de los suyos, todos sabemos que eso no servirá, nada puede contra el destino, pero al menos se sienten seguros; nadie le ha dicho nada a mamá, no quieren preocuparla suficiente tuvo con lo de Ben  en su momento, y no quieren ponerle más hierro al asunto, se mantienen alerta, tanto mi padre como el resto de lobos, los guerreros de la manada, han reforzado la seguridad y más ahora que en dos días cumplo los dieciocho y es mi iniciación como beta de la manada. 

Hoy están preparando todas las cosas para el sábado, estoy nerviosa, estoy agobiada, todo el mundo me pregunta por todo, por las rosas, por la música, por la comida, por lo que quiero y no quiero en la fiesta, yo solo quiero disfrutar con mi familia, me da igual si las rosas son blancas negras o si la música es lenta para bailar o si cenamos o no pollo o pizza, quiero que sea una noche normal y corriente como cualquier otra. 

-¡Me da igual!- grito entrando en mi habitación 

No me gusta discutir con la gente y mucho menos con mis padres, pero desde luego que esta semana esta siendo difícil. 

Abro mi armario y saco una cuerda con nudos, me pongo dos sudaderas y el abrigo y con cuidado de que no me escuchen abro la ventana, el aire choca contra mi cara y un escalofrío  me recorre el cuerpo, mira que hace frio pero correr ha esta hora de la tarde me va a despejar la mente; cojo la linterna para ponérmela en la cabeza, la ato y dejo el teléfono cargando, no quiero saber nada de nadie. 

Me descuelgo con cuidado por la ventana y dejo la cuerda, se que así pueden pillarme, pero con cuidado la coloco detrás de la enredadera que envuelve la casa, no es la primera vez que lo hago. 

Me preparo y salgo corriendo al bosque, se que es una locura estando como están las cosas pero esta semana esta siendo muy rara y difícil, tenerlos a todos encima mío es estresante y la fiesta más de lo mismo y el discutir con mis padres no me gusta nada, los dos quieren acompañarme a comprarme un vestido para la fiesta, no quiero y no me hace falta, para que comprarme un vestido que no me volveré a poner más, ellos dicen que es su regalo que es algo que llevan esperando desde hace tiempo, así que no queda otra. 

Enciendo la luz de la linterna en el momento en el que veo que la luz del sol va bajando, queda nada para que oscurezca, me he alejando tanto que no se ni donde me encuentro. Me siento en una roca e intento regular la respiración, el crujido de una rama hace que me ponga en alerta y en un momento dado me encuentro tirada en medio del bosque con alguien o más bien algo encima de mi, me suelta un guantazo y la sangre sale de mi labio. 

-¿Que hace aquí la pequeña hija de Adrien?- escucho la voz de un hombre- ¿es que te ha soltado la correa?- 

-Imbécil- le digo- soy humana, y lo que haga o no, no te incumbe- le respondo del mismo modo 

-Si me incumbe si estás en mi territorio-dice

Por primera vez le miro y siento terror, no me he dado cuenta de que pasé la seguridad de la manda y que estoy en territorio de vampiros. 

Recuerdo que cuando era pequeña mi padre pactó con el Alpha de los vampiros que habría tregua, que nadie pisaría el territorio de nadie y que no se meterían con los lobos que encontrasen por el bosque, lo triste es que soy humana, y solo de ver sus ojos rojos, siento que de aquí no saldré bien parada. 

Ven y ámame (MTUH parte 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora