00: Omega Famoso

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–Omega– Dijo el doctor.

–¿Omega qué?– Dijo el señor Hisashi Midoriya, el cual acababa de llegar.

–Su hijo, su hijo es un Omega– Dijo el Alfa mayor con un tanto de disgusto, al parecer no sabía con quién estaba hablando.

–Algún problema con eso– Dijo con rabia la señora Inko Midoriya.

–La verdad es que sí– Dijo –. Los Omegas dan asco, ya sean hembras o varones– Murmuró ignorante, mientras que miraba al pequeño de cinco años en la sala de infantes.

El señor Hisashi explotó de rabia internamente, pero tenía muy buenos modales para solo abalanzarse encima y matar al maldito, a pesar de que su aroma lo delataba.

–Mire– Dijo con obvio disgusto –, yo solo vine para saber si mi hijo está bien, no vine para que un Alfa que nació en la época de los dinosaurios me diga que mi hijo le disgusta, porque para su información me importa una mierda lo que usted piense– Término y él Alfa estaba temblando de miedo por el aroma demandante olor a menta y manzanilla que soltaba el Alfa.

–Parece que alguien se quedará sin trabajo– Murmuró sonriente la Omega.

Y así salió del hospital la familia más famosa de toda la ciudad de Japón, con paparazis y camarógrafos detrás, preguntando cosas que a nadie le importaban, como "¿Porque estaban en el hospital?" o "¿No van a hablar de lo que pasó allí adentro?" y muchas más preguntas que no se respondieron. Subieron al pequeño Izuku al Sierra 1500 Denali negro y abandonaron el hospital.

Los minutos pasaron y entonces empezaron a escuchar sollozos.

–¿Qué pasa mi amor?– Dijo Inko con preocupación al oler la tristeza de su cachorro.

–P-papi y mami ya no me quieren– Murmuró el cachorro que sollozaba.

–¿Por qué dices eso príncipe?– Dijo Hisashi intrigado y preocupado, mientras se parqueaba en el garaje del lujoso edificio.

–E-es que soy Omega– Contestó el pequeño mientras ponía sus manos en su carita intentando dejar de sollozar –y olí qué se molestaron c-con el doctor porque dijo que soy Omega–. El pequeño no pudo más y empezó a llorar a mares.

Los padres del Omega se bajaron de la camioneta, cargaron al pequeño y se dispusieron a sentarse en la inmensa sala. Le secaron las lágrimas al cachorro y le dieron un beso en los cachetes.

–Dulzura, nosotros no somos capaces de no quererte– Le dijo Inko soltando su aroma a miel y vainilla intentando calmar al cachorro.

–E-entonces ¿Por qué estaban tan e-enojados?– Balbuceo el menor de ojos esmeralda, un poco más calmado.

–Por que ese maldi- señor estaba siendo muy grosero solo por tu casta– Hisashi dijo con un poco de nerviosismo, se había ganado una mirada terrorífica por parte de su esposa.

–Además cariño ser Omega no tiene nada de malo, ¿Sabes que los omegas hacen cosas maravillosas?– Contestó con una amable sonrisa la Omega de cabellos verdes.

A Izuku le brillaron los ojos.

–¿En serio? ¿Cómo qué?– Preguntó con entusiasmo.

Esa noche solo hablaron de lo maravilloso que pueden ser los Omegas y de las cosas que han logrado algunos de ellos.

☆⸻⸻☆

–¡Zuku apurate que vamos a llegar tarde!– Decía un apurado Omega de ojos ámbar por milésima vez.

–Esperate Den, que antes muerto que sencillo– Contestó el de ojos esmeraldas mirándose en el espejo–. Ya estoy listo.

–¡Entonces vámonos, el evento comenzó hace 10 minutos!– Denki no podía con Izuku, pero qué podía decir, después de todo era su mejor amigo.

Doce Meses (Katsudeku/Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora