Doce Meses (Katsudeku/Omegaverse)

03: Preocupación

–Denki, ¿En serio no saben nada de mi cachorro?– Dijo una Omega mayor de cabellos verdosos, con los ojos aguados por la preocupación.

–No tía Inko...– Contestó el Omega de cabellos dorados, con ganas de estallar a llorar.

Los dos Omegas empezaron a llorar descontroladamente, pero no pueden culparlos, había pasado una semana y no sabían en dónde estaba Izuku. Denki era el que peor se sentía, no pudo proteger a su mejor amigo, lo tenía al lado y no pudo quedarse cerca de él, solo por el miedo que sintió por el apagón.

–P-perdóname tía, no pude proteger a I-izu– Dijo el Omega menor llorando desconsoladamente.

–No es tu culpa Denki– Interrumpió la Omega mayor, agarrando la cara de Denki y mirándolo fijamente–. No es tu culpa que hayan Alfas tan desagradables en este mundo– La Omega decía la verdad, Denki no tenía la culpa de cómo la sociedad se había formado.

–Te prometo que me esforzaré en encontrar a Izu– Dijo Denki abrazando a Inko.

–Gracias Den– Contestó Inko mientras que sollozaba y abrazaba a Denki.

Los minutos pasaron, los Omegas cambiaron los llantos por sollozos, y para tranquilizarse también se tomaron un té.

–Bueno tía, yo ya me tengo que ir– Dijo el Omega de ojos ámbar mientras se paraba del sofá.

–Adiós Den, recuerda contarme si llegan a saber algo– Le contestó la Omega de ojos esmeraldas, abrazando al Omega menor.

Así Denki se despidió de Inko. Salió del apartamento de los Midoriya y se dirigió a su auto para ir al que compartía con su Alfa.

El pobre Omega estaba super estresado, pero de repente su novio, mejor dicho prometido, lo llamó.

–Hola Eiji, ¿Cómo estás?– Saludó Denki a Eijiro, con un tono dulce y tranquilo.

–Hola amor, bien, ¿Y tu?– Saludo Eijiro igualmente, feliz de poder hablar con su futuro esposo.

–Bien, gracias ¿Que necesitas?– Contestó el chico de cabellos dorados, preguntando para qué lo había llamado su novio, pues quería saber.

–Necesito que vengas al apartamento, es algo muy serio– Dijo el chico de cabellos rojizos, el cual estaba al otro lado de la línea con un tono serio.

–Está bien, ya voy llegando– Contestó el Omega bastante tranquilo.

–Adios lindo– Se despidió el Alfa.

–Adiós– Contestó Denki con cariño.

Eijiro y Denki se quieren mucho. Siempre estaban abrazados, dándose besitos, locos uno por el otro, en otras palabras, enamorados. Su relación no es nada tóxica, se cuentan todo, hay mucha confianza. Si hay algún problema ninguno se pone a la defensiva e intentan solucionarlo todo platicando, para entenderse mejor.

Denki terminó llegando al apartamento 5 minutos después de la llamada, aparcó su carro y se fue a su apartamento.

–¡Estoy en casa!– Aviso Denki mientras se quitaba sus zapatos.

Denki sintió las feromonas de su prometido tensas y preocupadas, lo contrario de a lo que normalmente huelen.

–¡Amor ven por favor!– Dijo Eijiro, con un semblante totalmente diferente al suyo.

Denki se dirigió hacia la habitación que compartía con el pelirrojo, un poco asustado la verdad.

–Amor siéntate por favor– Pidio el pelirrojo dándole unas palmaditas a la cama.