Capitulo 29: en cero

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Dylan:

— por siempre tuya, por siempre mío

Escucho un susurro lejano, abro los ojos y veo una mujer sentada frente a mi, es de ojos celestes y piel pálida, parpadeo varias veces hasta darme cuenta de que es Sofia

— Hola, amor

No responde, solo se hecha a llorar de la nada, y aunque quiero ir y consolarla no puedo moverme.

— Tranquila... ya todo terminó — dice alguien desde las sombras — eres libre finalmente

— ¿lo soy? — pregunta ella esperanzada

— lo siento... no pude salvarte — le dice y sale de las sombras

Cuando la miro siento que la piel se me eriza, se ve como Sofia pero su aura es oscura, sus ojos están inyectados en sangre, sus brazos tienen líneas negras ramificadas como un gran relámpago, sus ojos sangrientos me miran y me sonríe, sigue la vista de mis ojos y se coloca guantes largos para cubrir las marcas con tintes demoníacos.

— ¿Lo salvaste? — le pregunta la que está sentada, ella la mira confundidasálvalo por favor aún tiene camino que recorrer

— está bien pequeña — le dice y Sofia abraza esa alma oscura y ella sonríe

Es entonces cuando yo también sonrío, porque es lo que ella a hecho toda su vida, abrazar y querer monstruos

— No vamos a dejarte morir — me dice la mujer de ojos sangrientos y luego me besa en los labios de forma suave y posesiva

— ¿Quién eres? — ella me guiña un ojo y solo con eso yo parezco entender

La miro y trae un enterizo negro, un abrigo blanco y su cabello es color negro ceniza muy largo, posee muchas armas en su traje y una correa que sostiene puñales, recargas, bombas y cartuchos.

— no quiero ser tu enemigo

No sé de dónde vino decirle eso, pero por alguna razón siento que cuando nos veamos no será posible una reunión amistosa

— eres mi debilidad — me responde — eso ya hace que quiera deshacerme de ti, pero eso no pasará

No quiero...

— El mundo perdió la luz que los protegía de sus tinieblas, — me señala con los ojos a Sofía — pero es tu promesa quien impide que la oscuridad abrace al mundo

Me da otro beso y desaparece, veo a Sofía quien me mira con una sonrisa, y me susurra al oído algo que nunca olvidaré

Siento un dolor punzante en la cabeza, no sé que carajos pasó. Todo es tan confuso, las luces blancas parpadeban lentamente, las paredes blancas y lujubres hacían el lugar asfixiante, al darme cuenta de que estaba en la cama de un hospital fruncí el ceño.

Me incorporo y mi pecho arde como si me hubieran traspasado el tórax con una viga de metal caliente al rojo vivo.

Me saco las agujas y me levanto, escucho las voces de algunos policías afuera, y me quedo todavía más confundido, ¿Que mierda?

Siento el sabor metálico de una sangre extraña en mis labios, sabe diferente a una sangre cualquiera, sabe cómo... Cómo el componente reconocido en la droga de Alpha, Ionicert...

Oh no.

¿Dónde está ella?

Todo me llega de golpe, recuerdo los meses que estuve buscandola, el como fui por primera vez en mi vida a pedirle ayuda a mi padre, le pedí que me ayudara a buscarla, me dijo que todo tenía un precio, pagaría lo que fuera por qué ella estuviera bien.

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