capitulo 28: tempestad

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Carol Cooper

Esta mañana Danna llegó a mi casa muy emocionada, cantaba y chillaba de emoción, cuando le pregunté la razón me dijo que iba a casarse con Dylan por un contrato que hicieron sus padres, es decir, un matrimonio arreglado, no pude entenderlo al instante, es decir, si me dijeran que me tengo que casar con Stuart es claro que diría que no. Porque es el amor de Danna o eso creí.

Esa emoción que presentó fue perturbadora para mí, ¿Desde cuándo escondía estos sentimientos de amor por él?, tarde entendí que no era cuestión de amor, tampoco trabajo, claro está que Danna envidia la vida de Sofía... esa fue la causa de nuestra discusión. Se ha vuelto muy descarada y falsa desde que Sofia desapareció, me pregunto si las circunstancias la volvieron así, o si siempre lo fue y nunca lo notamos, quiero decir, entre las dos la que siempre parecía que iba a meter la pata era yo, pero a veces la envidia cambia a la gente.

¿Cómo puede envidiar la vida de alguien que solo ha sufrido desgracias?

Si yo siento algo por Sofia no sería envidia, más bien la compadezco, cada vez que ella desea algo se lo arrebatan a la mala, siempre se queda callada y obedece... ¿Pero hasta cuándo?. Llegará el día que despierte y rompa sus cadenas, el día que deje de existir y a la vez exista de verdad.

Tengo miedo de que llegue ese día, es por eso que mi familia no dudó en darle la espalda a Omega y se unió a Alpha, la familia Cooper siguió por años el caso de Sofía, al no poder replicarlo nos vimos inútiles como científicos, pero ahora formamos parte del experimento más grande de Alpha... El prototipo 1 y 2 cada uno peor que el otro, solo que con una diferencia abismal.

Me puse mi bata de laboratorio, y abrí la puerta de mármol sólido, al entrar todo estaba como lo dejé ayer, las enormes computadoras que señalan el ritmo cardíaco de Sofía Smith, las ondas de conexión y la frecuencia de la resonancia que producen sus shit de personalidades.

Antes de empezar verifico que todo esté como debe, luego continuo por el largo pasillo, el olor a dióxido de carbono con azufre y otras sustancias tóxicas invaden el ambiente, más adelante puedo ver las enormes cápsulas con cadáveres y cuerpos humanos creados a carne y hueso por tecnología de alta gama, hay tantas cosas que desconocía que eran posibles hasta que entre a este lugar, los cables hacían dificultoso el avance, ya conozco este laboratorio de pies a cabeza, sin embargo hay una habitación a la que no me dejan pasar, siempre está cerrada, nunca la limpian ni abren para nada.

El olor del interior siempre es putrefacto, Dios es consciente de lo que esconden con tanto esmero en ese lugar.

— ¿Estás bien?

Me doy la vuelta y veo a Morgana de pie junto a mí, mi cuerpo entero se tensa ante su presencia, siempre llega de las formas más escalofriantes

— huele más tóxico que de costumbre esta zona — le digo, es tenebrosa pero puedo hablar si me apetece, soy su científica más importante, incluso más que mis padres — se me eriza la piel tan sólo me acerco, tengo muy mala espina

— es normal, sin lo que hay dormido allá adentro Alpha no sería lo que es hoy — camina a pasos seguros — ¿quieres ver?

— si, quiero ver — digo presa de la curiosidad, ella sonríe de forma siniestra y de su collar saca una llave — la única copia de esta llave la guarda Sofia en su pecho

— la he visto, cuando le pregunté me dijo que no sabía de qué hablaba, parece desconocer que la trae puesta

— es porque lo hace — abre la puerta y caminamos al interior

El lugar es escalofriante, hay cables por todas partes, circuitos que hacen corto de vez en cuando, sonidos de alta frecuencia que vienen de un lugar al fondo de la habitación, pero no puede verse nada más allá

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