Cadenas De Sangre

Capitulo 1: cuando te conocí

"Si para construirme

Primero tengo que destruirme...

¡Que empiece la demolición!"

- Sofía Queen

Sofía Smith

9 años antes...

Nuestra historia comenzó hace nueve años, en ese entonces solo tenía ocho años de edad y mi núcleo familiar acababa de romperse y con el, mi infancia junto a mis amigos de primaria, mi padre y yo nos mudamos de New York lejos de todos los problemas que habían estallado en su rostro...

Para mí no fue fácil enterarme una tarde al volver de la primaria que mis padres se estaban divorciando...

Si algo eh sabido desde joven es que no debo concentrarme solo en las cosas malas porque de esa forma no podría ver las buenas.

Pero en esta ocasión me fue muy difícil, y más aún cuando mi madre no luchó en lo más mínimo por mi custodia, haciéndome dudar si de verdad le importe alguna vez en estos ocho años que estuvimos juntos... Pero parecía importarle más su aventura con su maestro de yoga.

El proceso de mudanza fue largo y tedioso pero intentaba hacer lo posible por sonreír para que mi padre no decallera solo porque si...

Mi nueva residencia era bastante linda, teñida de blanco con ventanas y puertas negras era una combinación elegante, tenía varias flores que perfumaban en un corte impecable y mi habitación parecía de princesa.

Cómo cualquier persona que se muda, fue lo principal en lo que me concentré, pues se supone que esas cuatro paredes se volverían mi habitación y al mismo tiempo, mi lugar seguro.

El viaje fue lo que más me gustó, en verdad me gusta viajar, siento como si todo quedará atrás y te da la posibilidad de volver a empezar desde cero.

Pero me gusta porque como ya recorriste el camino, empezar de cero no es difícil, ya que, eres consciente de las posibles fallas que hay en el camino, y sí, no estoy hablando de viajes de forma literal.

Me concentré en ayudar todo lo que podía para que mi papá no sintiera todo el peso de esto, mi padre y yo estábamos bajando las cajas del camión de mudanzas, ya solo quedaban cajas pequeñas, el atendía unas llamadas, como siempre el era un hombre ocupado yo seguí bajando las cajas sola, cuando ya solo quedaba una suspiré aliviada, la cogí en mis brazos y al alzar la mirada... Lo vi.

Un chico realmente lindo, de mi misma edad, de cabello lacio negro y ojos azules, tez blanca y muy atractivo, se encontraba jugando con su pelota justo en el frente de la casa de al lado, decir que me quede mirándolo atónita era un eufemismo, parecía una estatua babeante ante su perfección, y fue entonces cuando pasó, sus ojos azul grisáceo se encontraron con mis ojos azul cielo, me puse muy nerviosa, sentí un cosquilleo en mis mejillas fue entonces que me di cuenta que estaba sonrojada y la caja que se encontraba en mis manos se resbaló y aterrizó justo lastimando mi dedo gordo del pie.

Ahhh rayos que vergüenza

Dije para mis adentros, mis mejillas ardían al ver que el ojiazul se estaba riendo, caminó en mi dirección, saltó la cerca y levantó la caja del suelo, nos miramos fijamente por unos minutos que me parecieron horas, y fue entonces cuando me habló con esa voz dulce y angelical que tiene:

— ¿necesitas ayuda? Es un placer... soy Dylan, vivo aquí al lado.

Su voz, su dulce y angelical...