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—Has esto rápido —dijo Wonwoo mientras miraba alrededor de la oficina—. No me gusta estar aquí.

Chenle fue directo a su escritorio y abrió el cajón que contenía la llave de la pulsera. Malditamente cerca de llorar de alegría cuando vio que la pequeña llave seguía donde Chenle siempre la guardaba. La tomó y abrió la pulsera de su muñeca. —Puedes ir a casa, Wonwoo. Gracias por traernos aquí.

Los ojos de Jisung estaban fijos en el brazo de Chenle, y Chenle sabía lo que el hombre estaba pensando. Dejó caer la pulsera sobre la mesa y se acercó a su pareja, y habló bajo solamente para los oídos de Jisung. —Sólo porque me deshago de este artefacto no significa que te voy a dejar.

En los ojos gris claro de Jisung había dudas, pero hizo un gesto que decía que iba a confiar en la palabra de Chenle.

—¿Estás seguro? —preguntó Wonwoo—. No me gusta esto, pero si me necesitas, me quedo.

—Vete a casa —dijo Hyunjin—. Si algo te sucede, Pa va a matarnos a todos. Eres un buen padre, Wonwoo, pero no estoy dispuesto a ser despellejado por ti.

Wonwoo sonrió y luego desapareció.

—¿Dónde está el archivo? —Jisung preguntó. 

Chenle se acercó al estante en donde la había dejado antes de ser atacado, sólo para ver que no estaba allí. Señaló el lugar vacío. —Lo dejé aquí.

—Parece que no va a ser un trabajo fácil de solo entrar y salir —dijo Jaemin—. Vamos a buscarlo.

Chenle recorrió su oficina, buscando el archivo en cualquier lugar donde pudo haber sido colocado. Mientras buscaba en su escritorio, se calmó cuando encontró un sobre justo debajo del calendario del escritorio. Tenía el nombre de Yizhuo. Chenle lo tomó y lo abrió.

Era el título de propiedad de la tierra y la firma falsificada de Chenle. El documento indicaba que una vez que Yizhuo se emparejara con el padre de Shuhua, sus tierras serían una propiedad dual. Ellos combinarían líneas de sangre y pondrían su plan de gobernar el trono juntos.

«Sobre mi cadáver».

Chenle metió los papeles en el sobre y se lo metió en el bolsillo. El complot de los elfos no iba a conseguir su tierra. Chenle había planeado elaborar los documentos para dejar la tierra a Jeno.

Su segundo era el más adecuado para gobernar los pantanos. Jeno podría tratar con Shuhua y su padre. Chenle no les daría ni el culo de las ratas a ellos. Le parecía que su familia era muy diferente de la de Jisung. No podía ver a uno de los osos tratando de apuñalar por la espalda a uno de sus hermanos, ni siquiera a su padre. Eran una familia muy unida, y eso era algo que Chenle envidiaba. Sólo quería estrechar un nudo corredizo alrededor del cuello de su familia y matar a los traidores.

Tenía que encontrar una manera de detener los intentos de robar sus tierras. Si algo le sucedía a Chenle, entonces la tierra sería del padre de ella. Chenle iba a hacer todo lo posible para asegurarse de que no lograra matarlo.

—Eso no se parece a un archivo —comentó Jisung mientras permanecía de pie frente al escritorio de Chenle—. ¿Algo que tengo que saber?

Los otros dos osos seguían buscando, pero Chenle sabía que sus oídos se animaron con la conversación. ¿Le importaría si sus cuñados sabían que su prima quería matarlo? ¿Quería que supieran lo verdaderamente disfuncional que era su familia? Ellos probablemente no sabían nada sobre que un miembro de la familia los traicionara. —Tengo dificultades con una prima quien cree que debería gobernar mi tierra.

—¿Familia? —Hyunjin resopló—. Tienes que amarlos.

—No realmente —admitió Chenle—. ¿Has tenido alguna vez a un familiar apuñalándote en la espalda? —Hizo la pregunta con ácida precisión, sólo que él no estaba preparado para la honesta respuesta que el gemelo le dio.

Eres valioso -JiChen/ChengSung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora