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—Si no lo colocas correctamente, voy a golpearte hasta cansarme.

—Realmente me gustaría verte intentarlo —Hyunjin le dijo a Jisung con una sonrisa divertida—. El hecho de que seas un maldito oso no significa que tengas que comportarte como tal. Deja de actuar como si alguien se robara tus dulces. 

Cuando el trueno retumbó en el cielo, Jisung sabía que la tormenta se acercaba, dirigió a Hell Raiser hacia los pastos del sur. 

No le importaba al hombre ni al caballo si llovía. Hell Raiser sólo permitía que Jisung, y Doyoung—la pareja de Jaehyun— se le acercaran, era intratable como el infierno. Un fuerte aguacero no le haría nada a ninguno de ellos.

No cuando Jisung se sentía tan triste por dentro como el clima que lo rodeaba.

—¿Por qué no dejas de ordenarme desde arriba y vienes aquí? Me vendría bien la ayuda. —Hyunjin se secó la frente y fijó sus pies en su lugar mientras levantaba el nuevo neumático para el tractor—. Sólo porque sea tan fuerte como un oso no quiere decir que esta mierda sea fácil.

—Deja las referencias de oso —bufó Jisung bajando y amarrando las riendas de Hell Raiser a una rama cercana—. Es molesto como el Infierno.

—Así que estás de mal humor. —Hyunjin gruñó con el neumático en sus brazos, pero se las arregló para fruncirle el ceño—. Recuerdo cuando eras despreocupado y reías todo el tiempo. Ahora parece que necesitas un enema.

—¿Puedes dejar de preocuparte por mí y hacer eso? —Jisung se quejó mientras ayudaba a Hyunjin a colocar la rueda trasera del tractor.

Su hermano rápidamente aseguró el gran neumático en su lugar mientras Jisung lo miraba trabajar.

Él no estaba tratando de ser un imbécil. A Jisung no le gustaba estar enojado. Eso no estaba en su naturaleza. Él era tan jovial y juguetón como sus otros hermanos. Pero cuando se enteró de que su pareja había estado disfrazando su olor para que Jisung no supiera que estaban destinados a estar juntos... bueno, eso francamente le molestó.

¿Jisung era tan malo para que Chenle hubiera escondido su olor todos estos años?

«Años».

Jisung sintió que su pecho se oprimía mientras un dolor profundo comenzó a vibrar en su corazón. El elfo de la Sombra había ocultado qué era para Jisung durante años.

Tenía derecho a estar enojado. La idea de lo que Chenle había hecho dolía como el infierno.

—Está bien, ya está hecho.

Jisung dejó a Hyunjin terminar y, montando el caballo se dirigió a casa. Si Chenle no lo quería, entonces Jisung no iba a sentarse a esperar al hombre. Era evidente que Chenle había tomado su decisión acerca de su relación. 

Y no había sido a favor de Jisung.

«Que se joda ese elfo de la Sombra».

Jisung cabalgó hasta el establo, desmontó y se hizo cargo de Hell Raiser antes de ponerlo en su caballeriza. Alimentó al caballo con algunos dulces, pasó la mano por la suave crin en el cuello del caballo, y luego salió del granero.

—Pa dijo que te ayude hoy —dijo Jeongin corriendo hacia Jisung. Jeongin era un elfo del Bosque. Había ayudado a rescatar a Wooyoung —el hermano de Jisung—, y a Felix —la pareja de Hyunjin—, cuando un malvado bastardo los había secuestrado.

Le agradaba Jeongin, a pesar de que el hombre era un poco coqueto. Lo que no le molestaba. Jeongin era inofensivo. Era como un pequeño cachorro ladrando alrededor de los pies de Jisung. —¿En qué te dijo que me ayudaras?

Eres valioso -JiChen/ChengSung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora