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Chenle apenas estaba consciente cuando fue colocado en el sofá. Había luchado con sus mejores habilidades, pero era superado en número para el momento en que los osos habían aparecido. No creía que pudiera haber salido con vida. El único pensamiento en su mente antes de ser rescatado fue no ver a Jisung de nuevo. Su pareja había estado en su mente cuando pensaba que iba a morir. Su pareja aún estaba en su mente porque Jisung no había estado con su familia cuando llegaron a rescatarlo.

¿Dónde estaba Jisung?

—Ahora tranquilo —dijo Mingyu mientras se movía hacia atrás—. Voy a llamar al doctor Zhang para que venga a verte. Pero hasta entonces, quiero que te quedes en el sofá y descanses.

Chenle estaba demasiado débil para discutir. Había perdido mucha sangre y sufrido múltiples lesiones. Los osos habían llegado a ayudarlo a luchar contra los elfos de la Sombra que lo atacaban, y luego tomaron a Chenle y lo sacaron de ahí.

Él estaría por siempre agradecido a Wonwoo, la pareja de Mingyu. No muchos fey arriesgarían así su vida y las vidas de los miembros de su familia, incluido su pareja, por otra persona. —Gracias —dijo con esfuerzo.

—Aun no me lo agradezcas. Pude haberte traído aquí solo para que termines desollado vivo. —Mingyu salió de la habitación y Chenle sabía que se refería a la falta del oso. 

Él sabía que no merecía menos de Jisung. Chenle había sido un bastardo egoísta, todo en nombre de la tradición y de la tribu. Había estado demasiado asustado de lo que su gente pensaría si él reclamaba a Jisung. Ahora le había costado su pareja... y su tribu.

¿Cómo infiernos se había metido en esta situación?

«Ah, sí, la estupidez».

Se había permitido estúpidamente temer lo que su tribu iba a hacer, y estúpidamente había dejado a su pareja en la bahía. Chenle sólo rezaba para no haber perdido al hombre.

—¿Necesitas algo?

Chenle quitó el brazo de sus los ojos para ver... ¿cuál era su nombre? Ah, sí, éste pertenecía a la manada de Chanyeol. Felix.

—No, gracias. —Chenle puso su brazo hacia atrás sobre sus ojos, haciendo una mueca cuando sintió el tirón de los músculos de su hombro. ¿Por qué no podía sanar igual que los shifters? Les envidiaba eso.

El olor de comida llegó a la sala, y Chenle se dio cuenta de que estaba muerto de hambre. No había comido nada desde antes de que hubiera venido a ver a Jisung trabajar. Su estómago se quejaba en voz alta ahora.

Chenle trataba de levantarse cuando la puerta principal se abrió. Él se quedó quieto cuando se dio cuenta de que era Jisung. Su pareja se quedó ahí, orgulloso y alto, con los grandes músculos que parecían como si hubieran sido besados por el mismo sol. Sus pectorales hacían que su camisa se estirara, y sus hermosos rasgos estaban firmes por la tensión. Todo lo que Chenle podía hacer era mirar. Desde que puso los ojos en el hombre, Chenle había pensado que era la criatura más hermosa que había visto. 

Él nunca se lo dijo a Jisung, y estaba muy, muy seguro de que ahora no era el momento. Podía sentir el fuego de la ira de Jisung, lo suficiente caliente para chamuscarlo. Chenle vio cómo su pareja entraba en la casa y desaparecía. Se acostó, sabiendo que había perdido al hombre.

—Nunca en la vida. —Oyó la voz de Jisung desde otra parte de la casa. Eso fue un gruñido salvaje y con furia al rojo vivo—. Que se joda.

—Niño, deja de gritar. Hazlo de nuevo y palmearé tu trasero.

Chenle hizo una mueca. Él conocía la voz de Mingyu. Estaba tan enojado. —Lo único que digo es que tienes que ir a hablar con él.

—Tengo que hablar con él como necesito un tratamiento dental. Él fue el que me rechazó y no al revés.

Eres valioso -JiChen/ChengSung-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora