Draco Malfoy.

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Capítulo 6: Draco Malfoy.

Llegaron a Transfiguraciones unos minutos antes, observando de soslayo a un gato gris sentado en el escritorio de la profesora, moviendo la cola severamente de un lado a otro.

Lynx observó a sus hermanos hablar un poco con Blaise, antes de que Leo se sentara junto a él y Lorcan en los asientos del frente. Se dirigió hacia ellos, notando vagamente cómo el gato gris sentado en el escritorio se convertía en la profesora.

—Buenos días —saludó Blaise al verla, sonriendo levemente.

—Hola, Blaise.

—¿Dónde han estado? —preguntó, mirando a sus dos compañeros—. Cuando me desperté no estaban por ningún lado.

—Fuimos a desayunar temprano, y supuse que irías al Gran Comedor con tus amigos.

—¿Mis amigos?

—Malfoy y los chicos que lo siguen desde ayer.

—Oh, no. Malfoy no está ni cerca de ser mi amigo, solo nos hemos visto unas pocas veces en las fiestas que organizan sus padres.

—Oh.

—Si no les importa, me gustaría que me llamaran mañana, me gustaría comer con ustedes.

Los trillizos se miraron brevemente, confusos. Lorcan se encogió de hombros de forma desinteresada un minuto después, sonriéndole al chico.

—Claro.

Los alumnos guardaron silencio cuando la profesora cerró la puerta del aula con un movimiento de varita, dirigiendo una mirada severa a los estudiantes de primer año de Slytherin.

—Buenos días. Antes de empezar, quiero decirles que Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas que aprenderán en Hogwarts. Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. No quiero holgazanes, chicos.

Cuando nadie dijo nada, asintió con la cabeza, luciendo satisfecha.

》Ahora, saquen un pergamino y plumas, quiero que tomen notas.

Dos horas después, tres chicos salían con las neuronas tostadas de tanta información y uno no dejaba de parlotear sobre cualquier cosa.

—¡De verdad! —decía Blaise mientras reía—. De repente se volvió loco y empezó a perseguirme por toda la casa, culpándome. Es uno de los padrastros más extraños que he tenido.

Lynx observó a sus hermanos reírse con el chico, con una pequeña sonrisa en el rostro. Blaise no se cansaba de hablar, al parecer. El chico era realmente agradable; incluía a sus hermanos en las historias que contaba con facilidad, tenía una risa vibrante y un rostro bastante expresivo. Por ahora, a Lynx le caía bien.

—Vamos al Gran Comedor, es hora de la comida —dijo Leo, observando el horario, sin perder la sonrisa que se había instalado en su rostro desde hace rato.

—¿Qué tenemos luego? —preguntó Blaise cuando llegaron al tercer piso.

—Pociones con Gryffindor —murmuró Leo.

Sussurro [Draco Malfoy y Harry Potter].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora