Capítulo 19 | Sacrificio

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Bianca Ackerman.

Apenas llegamos a Odiha y bajamos del buque, todos los chicos junto a los ingenieros Azumabito metieron el barco volador en el hangar y comenzaron a trabajar en el mantenimiento. Aún era de madrugada y el cielo estaba iluminado por las estrellas. Por suerte llegamos antes que el Retumbar.

Kiyomi, Yelena, Udo, Zofia y Gabi quedaron a bordo del buque. Una vez que la aeronave este lista, los ingenieros volverán a abordar y se dirigirán a mar abierto, donde el Retumbar ya pasó.

Todos trabajaban arduamente en equipo para poner a funcionar esa máquina. Tanto los guerreros de Marley como los soldados de Paradis, dejaron de lado sus diferencias y problemas para trabajar en equipo y ayudar a los ingenieros.

Mikasa y yo estábamos bajando todo nuestro armamento, los equipos de maniobras, cuchillas y Lanzas Relámpago.

Levi, Hange y Pieck estaban hablando algo alejados.

La única que estaba sentada sin hacer nada era Annie.

Mientras bajábamos la cosas, Mikasa se acercó a ella.

- Annie, deberías practicar con el nuevo equipo de maniobras. Así te vas acostumbrando. - sugirió Mikasa.

- No gracias. Yo no lucharé más. - dijo tajante, sorprendiéndonos a las dos.

Ambas nos detuvimos cerca de ella.

- ¿Qué? ¿Cómo que no lucharás mas? - pregunté con brusquedad.

- La única razón por la que accedí a esto, era para salvar a mi padre. Y es posible que ya esté aplastado por esos titanes, como dijiste anteriormente. - respondió desganada.

- ¿Y cómo estás tan segura? ¿Qué tal si escapó? - preguntó Mikasa dando un poco de esperanza.

- ¿A dónde podrían escapar? El Retumbar aplastará el mundo entero. No hay ningún lugar seguro. - replicó Annie.

Arrojé la caja que llevaba en brazos y me acerqué a Annie.

La levanté del suelo, agarrada del cuello.

- Tu eres una de las causas por las que Eren está haciendo lo que está haciendo. Toma la responsabilidad. Maldita sea. - le dije de frente. El rostro de Annie seguía inexpresivo. Parecía haber perdido lo único que le importaba.

- Yo ya no quiero luchar. - repitió murmurando, devastada.

- No puedo creer que alguien que haya criado a una perra asesina como tu, se quede sentado a esperar que el Retumbar llegué y lo aplaste. - empujé a Annie y me volteé para recoger las cosas que había tirado. - Mejor, vete, no quiero cargar con peso muerto. -

- Piénsalo bien, aún estás a tiempo. - le dijo Mikasa, y luego me siguió.

Llevé las cosas hasta los demás, que observaron toda esa secuencia.

- ¿Qué le sucedió a Annie? - preguntó curioso Armin.

- Ya no quiere seguir luchando. - respondí enojada dejando las cajas dentro del hangar, y nuevamente arrojandolas con brusquedad.

Sería un titán menos que nos ayudaría a detener a Eren.

- Annie ya luchó demasiado. - agregó Connie.

- ¿Ya luchó demasiado? ¡Se la pasó durmiendo dentro de un cristal por cuatro años! ¡Literalmente! - exclamé más enojada que antes.

- Déjala, no la podemos obligar. - me dijo Jean y Marco asintió.

Desde donde estábamos en la entrada del hangar, observamos como Annie abordaba otra vez el buque, sin siquiera despedirse de sus amigos.

- Al menos los niños estarán con alguien que conocen. - murmuró Mikasa.

Cicatrices en MarleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora