Bianca Ackerman
El Retumbar se detuvo, y los Colosales se quedaron quietos, algunos cayeron de rodillas al suelo. Y lentamente comenzaron a desaparecer.
Parece que lo logramos.
Me acerqué volando a dónde estaba toda esa gente reunida en lo más alto del fuerte.
Aún habían lágrimas en mis ojos.
No puedo creer que hayamos asesinado a Eren. Nuestro amigo.
Y lo último que hicimos juntos, fue discutir y yo trate de golpearlo.Cuando aterricé, todos bajaron de mi.
Las personas nos observaban, más bien a mi.
— ¿Un titán que vuela? —— ¿Qué clase de titán es ese? —
Así eran los murmullos que se escuchaban.
Pieck reconoció a su padre entre la multitud y fue corriendo hacia el.
Porco igual, sus padres estaban allí, vivos. Supongo que es una pequeña alegría en este inmenso dolor.
Cuando ellos tres estaban hablando, vi que Porco me señaló y sus padres se sorprendieron. Moví mi pata a modo de saludo, y luego miré a otro lado. Que vergüenza.
— ¿Nosotros... Hicimos lo correcto? — preguntó Jean, contrariado.
— No lo sé. — de mi seguían cayendo lágrimas.
Armin y Marco me acariciaban el rostro.
— Aún falta que venga Reiner. — dijo Connie, mirando hacia donde recientemente estábamos luchando.
Nos acercamos al borde del precipicio y observamos.
Del cráter que creó la explosión de transformación de Bertholth, salió el titán Colosal.
Cuando el humo se esfumó un poco, descubrimos a Reiner tirado en el suelo. Aún tenía clavadas las flechas de esos titanes martillo de guerra, y toda su coraza estaba casi destruida.
Y el ciempiés asqueroso... Se estaba arrastrando hacia nosotros.
Seguía moviéndose.— Tch ¿Cómo es que eso resistió la explosión? — preguntó molesto Levi y algo exhausto también.
Es cierto... ¿Cómo es que esa asquerosidad quedó intacta?
Y lo siguiente fue peor.
A espaldas de Bertholth, hubo destellos dorados. Otra transformación.
No puede ser... ¿Eren sigue con vida?
— Sabía que eso... no te detendría Eren. — murmuró Armin, exhausto también.
Parece que ahora todo el mundo resiste la explosión de transformación de Bertholth.
Inconscientemente gruñí enojada. No puedo creer que tengamos que seguir luchando.
— Voy a detener ese bicho asqueroso. —
No llegué ni a saltar ni a estirar mis alas, que Reiner se levantó y volvió a sujetar al ciempiés al igual que lo hacía antes.
Reiner aún no se rinde. En ese estado deplorable, sigue luchando.
Para ser un bicho asqueroso, ese ciempiés tenía bastante fuerza.
Logró arrastrarse con Reiner pegado a el, al pie del precipicio de la montaña en donde estábamos nosotros.Cuando llego a su destino, comenzó a despedir un humo o vapor asqueroso que llegó hasta nosotros.
— ¿Qué es esa peste? — preguntó Marco, cubriéndose la cara.
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Cicatrices en Marley
Fiksi PenggemarDespués de descubrir su verdadera identidad, Bianca y la Legión de Exploración se dirigen a Marley en una misión muy importante: Encontrar a Eren y traerlo de regreso a Paradis. Lo que la protagonista nunca se imaginó, es que se terminaría enamoran...