Parte 2

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Jimin puchereó triste después de enviarle el último mensaje a Jungkook.

Como siempre, su personalidad impulsiva y pegajosa lo había echado todo a perder. Jimin siempre pensó que era eso. Lo cierto es que los alfas que se interesaban en Jimin, huían al ver que no la tenía fácil en la vida y que  era todo un inocentón romantico.

A Jimin no podía importarle menos, ningún alfa lo había flechado como Jungkook lo había hecho.

Pero no  debió decirle a Jungkook que le gustaba.
Tonto Jimin. ¿Qué estabas pensando?

Si, Jimin estaba muy consciente de que se había dejado llevar por esa desesperada necesidad de atención y protección que le había surgido de la nada cuando conoció a ese alfa.

Jungkook lo había defendido en aquel bar y Jimin había tenido un ligero, ligerísimo flechazo que fue creciendo poco a poco.

Jungkook era muy guapo. No sonreía mucho pero cuando lo hacía, el lobito de Jimin se volvía loco de emoción al ver que la sonrisa del alfa era tierna en contraste con su imagen dura.

Al contrario de él, Jungkook no era muy hablador pero parecía siempre estar interesado en lo que Jimin decía.
El no era un entrometido, solo un poco curioso.

Ya le había preguntado a Jungkook si tenía un omega, cuál era su color favorito y en qué trabajaba.
Jungkook le dijo que trabajaba en una empresa que exportaba mercancías, que no tenía un omega y que su color favorito era el rojo.

-El mío es el azul y tampoco tengo un alfa.-dijo Jimin sonriendo sin que Jungkook lo hubiera preguntado.

Jimin no se consideraba un coqueto, pero tampoco era sutil en ello. Le gustaba Jungkook, demasiado, y era transparente con el asunto.

Al principio, no esperó que Jungkook le respondiera los mensajes que enviaba, pero lo había hecho y cada vez que recibía una respuesta por muy corta que fuera, el lobito de Jimin saltaba de emoción.

Tampoco planeó confesarse a Jungkook. Aquel día al ver la bonita sonrisa del alfa, Jimin simplemente lo dijo, fue un impulso.

-Me gustas mucho.-murmuró con una sonrisa enamorada que llegó hasta sus ojos.

El silencio que vino fue incómodo y ahí, Jimin supo que lo había cagado en grande, no había vuelta atrás.
Lo que no imaginó es que Jungkook dejara de responder a sus mensajes. No tenía la intención de gustarle a Jungkook de vuelta, solo quería ser su amigo.

Su lobito estuvo triste, muy triste por varios días.

Tal vez está ocupado...si no quisiera hablar conmigo me hubiera bloqueado. Y así, Jimin se alentaba y continuó insistiendo hasta que una semana después, se resignó. Jungkook ya no quería ser su amigo...

Había estado guardando los 20 dólares de propina en su cartera para cenar con Jungkook en aquel restaurante de dumplings.

Cuando llegó a casa, tomó  el dinero, lo metió a la hucha de cerdito a la que le había puesto la etiqueta "Para Disney"  y se hundió en su nido triste.

Si, era un soñador. Con el sueldo que ganaba apenas y podía sobrevivir pero cuando recibía buenas propinas o encontraba algún trabajo extra, Jimin lo ahorraba para ese viaje. Era "el viaje."

Tenía un buen plan de vida: trabajaría, ahorraría mucho dinero, iría a Japón para conocer Disneyland y después pondría un puestecito callejero de comida.

No lo llamen mediocre, Jimin era sencillo. Tenía sueños, pero no había podido ir a la universidad y era bueno cocinando. Cuando era pequeño, ayudaba a su tía con el negocio y aprendió mucho de ella. Estaba muy agradecido con ella, sobre todo cuando le pidió disculpas por no poder ayudarlo para estudiar la universidad. Su tía apenas pudo enviar a su hija, no la culpaba.

Jimin era soñador pero luchaba duro por conseguir sus metas, así que a los 19 años se fue a Seúl. Había muchas oportunidades ahí y siempre soñó con vivir en la gran ciudad. Además, estaba lleno de todos los idols que Jimin admiraba, tenía que vivir en Seúl.

Los primero meses fueron difíciles, pero todo cobró sentido cuando vio a Taeyang, su idol favorito. Estaban grabando un video musical y cuando Jimin entró al foro de fans y se enteró, corrió hacia ahí y gritó emocionado junto a la muchedumbre cuando el idol saludo a sus fans.

No se arrepentía de nada.

Incluso ahora, el malestar de haber sido silenciosamente rechazado por Jungkook poco a poco, se aminoró,no es como que quisiera ser su omega, solo quería ser su amigo.

-Eres tonto.

-No lo soy.-frunció el ceño molesto a Taehyung, su mejor amigo.

-Si querías solo ser su amigo no debiste decirlo.

-Lo hecho, hecho está.-Jimin se encogió de hombros.-Al menos ahora tengo 20 dólares más para ir a Disney.

-Eres tan ingenuo y a veces das miedo...le enviaste mensajes durante una semana, debiste haberte dado cuenta que estaba ignorándote.

-¡No soy ingenuo!-gruñó Jimin.-No es como si fuera un acosador, le dije que solo quería ser su amigo. No tengo amigos alfa, solo es eso.

-Claro! Por eso lo llenaste de mensajes...¡Eres aterrador!

-¡Cállate!

-Solo, sal con Jake.

-No me gusta Jake. No estoy interesado en citas Tae.-Jimin suspiró.- No quiero un alfa, si tengo un alfa tendríamos que ir juntos a Japón y entonces tendríamos que ahorrar más, eso me tomaría más tiempo...

-Jimin, con lo que ganas estarás en Japón en 7 años por lo menos.-se burló Tae.

-Buscaré más ingresos.-Respondió orgulloso sorbiendo su leche de plátano.-No había nada que lo desanimara, era Park optimista Jimin.

-No había nada que lo desanimara, era Park optimista Jimin

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Devuélvanme a este Jimenoooooo! 🫠🫠🫠🫠

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