El Canto de la Sirena, El Aullido del Lobo.
Él es sólo una sirena solitaria, que todas las noches le canta a la luna y las estrellas.
Él es un Alfa, que sufre del trastorno de Feromonas.
Sus caminos estaban destinados a chocar, solo hacia falta escu...
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El sonido de la cuchara contra el metal era el unico sonido en todo el apartamento, aparte del delicioso aroma que flotaba en el aire que haría que cualquiera babeara ante el solo olor.
JiMin se cruzo de brazos mientras estaba recostado al lado del marco de la puerta de la cocina, YoonGi estaba ocupado preparando la cena.
Entonces, el sonido de una puerta abriendose y luego cerrando provino del piso de arriba. El sonido de pasos lentos provino rápidamente de las escaleras y pronto TaeHyung estuvo abajo, refregando sus ojitos hinchados y rojos, después de tanto llorar.
YoonGi salió de la cocina y se quedo observando al omega, quien detuvo sus pasos y guardo silencio.
— Hola, Hyung... —Después de intentar evaporar su nerviosismo, el omega hablo.
YoonGi asintió y luego le dio una mirada a JiMin, el tritón entendió rápidamente y extendió su mano para tomar de la muñeca al omega, para llevarlo a sentarse en el comedor.
— YoonGi esta enojado conmigo? —Mordiéndose su labio superior, pregunto en un susurro a JiMin.
El pesecito negó seriamente. —No, solo esta preocupado por ti.
TaeHyung raraeo un "oh" y agachó su cabeza, su cabello era un desastre engorroso, su feromona estaba descontrolada y expelia tristeza y miedo. YoonGi estornudó en la cocina.
— Recoge tu feromona, me esta molestando un poco. —Dijo YoonGi desde la cocina.
TaeHyung se crispo y luego trató de mantenerse estable, es solo que su voluntad era débil y su feromona escapaba de poco en poco de su cuerpo.
Después de unos diez minutos, la cena estaba lista y YoonGi salio con una olla en sus manos, la colocó en el centro de la mesa justo donde JiMin había colocado el portador de madera. El olor lleno el comedor y el estómago del omega retumbó, las mejillas de Tae se calentaron.
YoonGi suspiro y se quito los guantes de cocina, extendió su mano y revolvió los cabellos ya desordenados de su primo.
— Primero comamos, luego hablaremos. —Tae asintió en silencio.
Después de que YoonGi regreso de lavarse las manos y quitarse el delantal que usaba, se sento en la mesa y cada quién comenzo a sacar comida de la olla para colocarla en sus respectivos platos.
La cena fue en silencio y paso rápidamente.
Los tres estaban sentados en el sofa de la sala, había dos vasos con leche humeante en la mesita del centro. TaeHyung estaba acurrucado en el medio, con sus brazos abrazándo sus piernas, la cabeza escondida entre ellas.
JiMin le dió una mirada al alfa y YoonGi suspiro, luego inhalo profundamente y colocó una de sus manos sobre el hombro del menor.
— No voy a regañarte, la tía tampoco lo hará. Solo... estamos preocupados por tí y el bebé. —Comento el alfa, tratando de mantener un tono amable y no serío.
