Poema #42

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En el rincón de la memoria perdida, yace un dolor que nunca se retira, un eco triste en el alma herida, de extrañar a alguien, ¡ay!, cuánto suspira.

La ausencia es un abismo profundo, que devora la paz de los días, un vacío que roba el segundo, en que tu ausencia se vuelve agonía.

Extrañar a alguien es sentir el frío, en el calor del sol del mediodía, es oír sus risas en el vacío, y en la noche, sentir su melodía.

En el silencio de las noches largas, tu presencia se torna un suspiro, y en mi pecho, mil espinas clavas, cuando al recordarte, me retira el miro.

El tiempo avanza, pero el corazón, permanece anclado en ese instante, extrañar a alguien, dulce maldición, que el alma llora de forma constante.

En el lienzo del tiempo y el olvido, tu imagen se desdibuja, mas no se va, extrañar a alguien, en mí, ha florecido, un amor que eternamente se quedará.

El dolor de extrañar persiste, como un río que fluye sin descanso, y en cada recuerdo que resiste, vive el amor en su eterno danzón.

Poemario GóticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora