Poema #39

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En esta noche, tus ojos brillan con pasión,
como dos luceros, iluminan mi obscuridad, cabrón.
En la penumbra, su resplandor me enloquece,
son estrellas traviesas que el cielo agradece.

Tan hermosos, parecen dos lunas traviesas,
en la noche, me cautivan, son mis princesas.

Brillan como faros en un océano profundo,
y en esa oscuridad, son mi mundo.

En el silencio nocturno, son mi guía,
cuando el mundo duerme y la luna se desvía.
Tus ojos, en la noche, son mi refugio seguro,
en su brillo intenso, mi amor se hace puro.

Son como gemas raras, joyas en la oscuridad,
me envuelven con misterio, con sensualidad.
Cautivan mis sentidos, son mi desvelo,
en la noche eterna, un brillante destello.

En este rincón de la noche serena,
tus ojos, mi amor, son mi condena.
Y aunque el día llegue, su encanto perdura,
en mi corazón, en mi alma, en su hermosura.

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