Bajo la luna llena, en su carro juntos,
nuestros cuerpos ardientes, pasión en tumultos.
La noche testigo, el cielo nos sonreía,
coger juntos, delicia compartida.
Las estrellas brillaban como lujuriosos deseos,
mientras enredados, éramos dos anhelantes ruegos.
El viento susurraba secretos al oído,
mientras en ese instante, éramos el latido.
La luna, cómplice de nuestro juego travieso,
se reflejaba en tu piel, en tu cuerpo impreso.
Bajo su luz, entregados al frenesí,
coger juntos, fue puro éxtasis.
En ese rincón oscuro, la pasión florecía,
un recuerdo que en mi mente siempre perduraría.
Bajo la luna llena, en su carro tan fiel,
encontramos el placer, el fuego, el laurel.
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Poemario Gótico
ŞiirEn las sombras del alma, donde la tristeza y la oscuridad danzan un macabro vals, se encuentra este poemario sádico y oscuro. Sus versos son cuchillas afiladas que cortan a través de las emociones más profundas, revelando la belleza retorcida que y...
