–¿E-Eh? ¿Hablas en serio?
–Por supuesto que si, estaría encantado de que viajaras con nosotros, ¿recuerdas cuando me lo pedías de niño? Cuando querías tener una gran aventura con tu padre–aquel recuerdo nostálgico, le saco una sonrisa a su hijo.
–Tu siempre decías que ya tenías una ancla en tu barco.
–Pero ahora te lo pido, únete a nosotros, no tiene que ser permanente, solo lo suficiente para que te recuperes y vuelvas con tu tripulación, si es que eso quieres.
–Solo estorbaría.
–No hables así de ti, te has vuelto tan fuerte, por favor, acepta estar conmigo, estoy seguro que a los demás estarían felices de tenerte en el barco.
–¿Y mis amigos?
–No te despedirás para siempre, solo lo suficiente para que estés listo para ser capitán y ahora si que si, convertirte en el Rey De Los Piratas.El Monkey lo miro, pensó en cómo la habían pasado juntos, desde que creció, sentía cierto temor a no agradarle a su padre por ya no ser el niño que crió, pero al reunirse de nuevo, encajaron totalmente y si era sincero consigo mismo, no quería despedirse de nuevo, la decisión que debía tomar era difícil, pero era la correcta.
–Está bien–fue lo único que atinó a decir.Los ojos de el mayor se iluminaron con una gran felicidad, para luego abrazar fuertemente al azabache, que no tardó en corresponder.
–Todos estarán muy felices de tenerte aquí, zarparemos mañana después de despedirte de tu abuelo o si quieres, también de tus Nakamas.
–Ellos no estarán felices.El pelirrojo volteó al Monkey hacia su dirección y lo tomó de los hombros para que este lo mirara, se notaba algo confundido por la acción de su progenitor.
–Anchor, escúchame, por una ves en tu vida, ponte a ti primero, preocúpate por tu felicidad y no la de los demás.El menor bajo su cabeza y luego se apoyó en el hombro de su padre, el Akagami solo lo abrazó, estaba consciente de lo agobiado que estaba su hijo por todo.
–Ve a descansar, hijo, te hará bien dormirte temprano.Al día siguiente, Luffy se levantó y fue a hacer su rutina de siempre para empezar el día, al terminar, pasó por el espejo que había en la habitación de Shanks, se miró de arriba a abajo y con cierta lentitud, desabrocho su camisa, en esos días en los que había estado tan mal, la había abotonado, sin querer ver su pecho con aquel horrible recordatorio que poseía.
Observó su cicatriz o al menos la más notoria, porque no era la única, habían varias, cada una con una historia diferente y curiosamente, casi ninguna era de algún enemigo.Miro una rasgadura en su hombro que se la había echo Nami con un compás por arruinar uno de sus mapas al distraerla, luego una cicatriz en su cuello de unas de las balas especiales de Usopp que usó con él para probar su invento, una marca en su antebrazo causada por una de las armas de Franky al hacerlo enojar, un raspón en su pecho provocado por una de las patadas en vueltas en Haki de Sanji y por último una quemadura en su abdomen, había estresado a Chopper mientras trataba de cocerle una herida de pelea, se cansó y la cauterizó sin siquiera alguna anestesia o aviso.
Solo después de algunos minutos, se dio cuenta de la presencia de su padre, quien estaba apoyado en el marco de la puerta.
–Debiste hacerte la mayoría en grandes peleas ¿no?–su hijo negó con la cabeza, desconcertándolo–¿Accidentes?
–Fueron ellos.Sabía que no valdría la pena mentirle a su padre, ya que de todas formas no le creería, aunque se sentía algo enfermo por dejar a su ex-tripulación como los "malos".
–¿Desde cuando te hacen eso?–pregunto el pelirrojo, tratando de disimular su gran ira.
–Lo hacían antes de que nos separáramos en Sabaody.
–¿Y por que no los detenías? Eres el triple de fuerte que cualquiera de ellos.
–Supongo que tenía miedo a hacerlos sentir mal, además de que tampoco es como si me hayan apuñalado.
–Pues con todas esas cicatrices apuesto que lo intentaron.
–Todo eso ya no importa, iré al Sunny, tomare mis cosas, me despediré y todo acabo–explicó mientras trataba de mantener la compostura.
–¿Por que actúas como si nada de lo que te hicieron importara? Como si tu no importaras.
–Porque yo no valgo nada al lado de ellos, son maravillosos y yo simplemente soy...yo.Su padre no dudó en darle un gran abrazo, no podía creer en cómo esos malditos habían dañado tanto a su niño.
Ambos fueron al Sunny y ninguno se sorprendió de ver a los Mugiwaras en cubierta, probablemente esperándolos.
El ex-capitán los pasó de largo para ir a buscar sus cosas, pero Zoro lo tomó de la muñeca para detener su paso.
–¿No hablaras con nosotros sobre qué decisión tomaste?–pregunto el de cabello verde.
–Me iré con mi padre–contesto.
–¡¿Q-Que?! Pero ¿qué pasará con nosotros?–exclamó Nami, preocupada.
–No será permanente, solo lo suficiente para que sane de toda la mierda que le causaron–respondió Shanks, en nombre del Monkey.El espadachín lo soltó y el azabache fue a recoger todo lo que necesitaría, los Mugiwaras estaban sorprendidos y anonadados, Luffy siempre los había preferido a ellos por encima de todo, ¿tanto daño le habían echo?
Luego de un par de minutos, volvió a cubierta y admitía sentirse medianamente incómodo por cómo todos lo miraban, aunque también podía darse cuenta en la tristeza en sus rostros. Le pasó sus pertenencias a su padre y luego se volteó hacia ellos, abrió los brazos y tanto Zoro, Robin, Brook y Jinbe, le dieron un fuerte abrazo, estuvieron así un rato, mientras el resto de la tripulación no se atrevía a acercarse.Luego de separarse, Luffy miró a Nami, Usopp, Sanji, Chopper y Franky, simplemente les sonrió, una sonrisa cálida y cariñosa, una de las que solo él era capaz de dar, aún con todo lo que le hicieron.
–Volveremos a encontrarnos en el mar y todos nosotros cumpliremos nuestros sueños, pero necesito que me esperen–fue lo último que les dijo, para luego irse con el pelirrojo.El de cicatrices miraba la isla alejarse desde los bordes del Red Force, le avergonzaba decirlo, pero se sentía sumamente aliviado, como si se hubiera sacado un gran peso de los hombros y por fin podía respirar tranquilo.
–Hey Anchor–llamó su padre.
–¿Que pasa?
–Estamos a pocos kilómetros de nuestra primer aventura juntos, ¿estás listo?–pregunto con una sonrisa.
–Desde que te conocí que estoy listo.
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Honrado
FanfictionAl reunirse en Sabaody y continuar con su viaje, algunos Mugiwaras no respetan a Luffy y los que lo hacen, no realizarán nada para defenderlo, el Monkey ya se encontraba muy cansado como para lidiar con todo, fue entonces en que solo...se rindió. Si...