Capítulo 20

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Nuestra última velada 

Conforme sacaba la ropa del armario llegaba a conclusión que debía hacer un cambio en mi estilo de vestir, la mayoría de las prendas que tenía las compramos desde hace años y con esto parezco de quince años. Pensé en comprarme algunas cosas nuevas con el dinero que me quede del salario que me paga Éber pero en realidad no estaba convencida con la idea

Ya vería que hacía con ese tema, de momento tengo que elegir lo que conservare y lo que donare a las hijas de los peones. Al fin de cuantas siempre se le puede dar una segunda oportunidad a la ropa

Saque un par de vestidos, casi ni los use porque me ajustaban de la cintura, de seguro a Sara le quedan bien pero no creo que los quiera

-¿Qué hago con ustedes?...mmm...Si le hago un ajuste quizás me vuelvan a quedar- si mamá estuviera aquí sabría que hacer

No tuve tiempo de desgastarme mentalmente pensando en los problemas con mi madre porque el celular comenzó a sonar sobre la mesa de noche

-Creo que te equivocaste de número. Si tu marido se entera que me llamas cuatro veces al día a mi y no a él se enojara conmigo- bromee apenas responder

-Estoy aburrida. Debo esperar una hora para prueba de vestuario porque todo se retrasó por un inconveniente con el personal-

-Solo bromeaba, me alegra que me llames. Yo tampoco estoy haciendo mucho...- mire con duda la ropa en el suelo

-¿Y en que andas? Distráeme por favor sino la espera se me hará eterna-

-No mucho, estoy viendo lo que me voy a llevar a San Diego. Hay alguna ropa que no me queda o alguna ya no va con mi edad. No se la verdad, me estresa pensar en la mudanza-

Me aleje del teléfono cuando soltó un grito

-Yo te ayudo a elegir ropa nueva si quieres. Se me da muy bien la moda- grito eufórica por la idea

-No es necesario Lisbeth, a demás no quiero gastar una fortuna en ropa. No tengo tanto dinero para eso la verdad-

-No hace falta muchísimo dinero para comprar ropa Selene. No te estoy diciendo que vayas a Gucci, Prada o tiendas así. Hay otros lugares que ofrecen prendas bonitas a precios accesibles como Forever 21 o Bershka- hice una mueca

-No lose, mejor cambiemos de tema ¿Con quien estas haciendo pasarela?-

-Con una casa de vestidos de novias. Van a sacar una nueva colección y me quieren como modelo para el catalogo y las publicidades-

-¿Solo tú?-

-No querida, somos varias modelos. Las demás también están esperando, pero yo preferí llamarte a ti para ver cómo te encontrabas-

-Dentro de lo que cabe bien. He disfrutado mucho de estar aquí y todo se volvió mas llevadero cuando dejé algunos pensamientos del lado y empecé a convivir con los hombres de esta casa-

-Mmm...me alegra que cambiaras tu perspectiva de nosotros. Y aunque te vayas a estudiar recuerda que siempre nos tendrás para lo que necesites- sus palabras me servían de mucho

Los últimos días me he sentido sola a pesar de tener a cuatro hombres preocupados y al pendiente de mí las veinticuatro horas del día.

Es raro como a veces encuentras a personas que llegan a convertirse en familia sin importar que no compartan la misma sangre

Luego de hablar un par de horas con Lisbeth y organizar algunas cosas en la maleta baje a buscar algo de comer porque nadie fue avisarme si cenásemos juntos hoy. Cuando llego a las escaleras la sala esta desierta al igual que el patio trasero. Lo cual es raro porque en el sillón siempre esta Éber trabajando a estas horas, al igual que Liam en la mesa de afuera con su computadora respondiendo e-mails

Por un Nuevo AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora