Capítulo 15

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Amanecer 

Llegamos a Manhattan al medio día, justo cuando el sol estaba en su punto más alto. Y es que el calor que hace no deja mentir al pronóstico del clima que revise antes de aterrizar. Según este, el calor se extendería durante los próximos tres días

Que casualmente es el tiempo que vamos a visitar la ciudad. Luego de aquí nos dirigimos al último destino que es Los Ángeles y de ahí de regreso a Tijuana. Había intentado convencer a mi madre de pasarnos unos días por Ciudad de México pero se negó rotundamente, hasta Éber insistió en que no tenía problemas con extender las vacaciones pero ni así cedió

Ya en privado me confeso que era mi castigo por el comportamiento que tuve al llegar a Orlando. No reclame sus razones porque simplemente me sentía cansada de discutir a cada hora

Y como no iríamos a CDMX, me propuse conocer lo más posible la ciudad de la moda. Pero no exactamente la moda era lo que me entusiasmaba ver, sino la biblioteca que había en la ciudad.

La biblioteca pública de Nueva York era emblemática y reconocida por lo mismo me interesaba tanto verla desde adentro. Aún no le había comentado a nadie sobre mi plan y así permanecería en las últimas horas

Supuestamente hoy solo nos quedaríamos en el departamento, mañana saldríamos a pasear por las calles de NY. Pero igual iba mirando cada estructura mientras el auto hacia su recorrido hasta el departamento que el señor Marriott rento para esta visita

Cuando el auto se detuvo en un semáforo, me quede anonadada por la cantidad de pisos que poseían los edificios en este lugar. Eran tan grande que con dificultad encontrabas cielo abierto para contemplar un hermoso atardecer

Inmediatamente mi mente se trasladó a la hacienda, donde era tan sencillo subir a la terraza para ver los maravillosos paisajes que brindaba la naturaleza

Mi hermana desde el asiento delantero apuntaba todo lo que llamaba su atención. El señor Marriot quien conducía hasta nuestro departamento le explicaba que era cada estructura

-Aquel- señalo un enorme edificio -es el Empire State- ambas soltamos un wow... continuo dando información turística mientras avanzábamos

Unas cuantas calles después se detuvo el auto en una acera concurrida, en realidad por donde miraras había transeúntes

-No se separen- indico Éber antes de salir al exterior, imitamos su acción y el calor nos recibió afuera haciendo contraste con el ambiente fresco del carro. Camine a paso rápido para ingresar al lobby donde ya nos esperaban

El señor Ebert se encontraba ene el mostrador conversando con una de las empleadas , mi madre no tardó en caminar paso rápido para instalarse a su lado marcando se territorio

Él tiene la mejor acritud cuando ella llega pero mi madre no puede quitarle los ojos a la pobre chica tras el mostrador. Su pareja ni se da cuenta que la mirada amenazante que ella le brinda, se dedica a agilizar el pago del alquiler porque lo veo sacar la tarjeta de crédito

Mi madre de seguro estará indignada por que la hagan esperar, se supone que todo estaba listo para nuestra llegada solo tenían que retirar la llave de en la recepción pero al parecer no fue así

A mi en realidad no me molestaba, mientras esperábamos empecé a ver la decoración solo para distraerme. Mi hermana estaba en celular y no me prestaba atención y no quería ir a presenciar la escena de celos que de seguro mi progenitora le haría a su pareja

Y mientras paseaba de un lado otro me debatí si debería tutear al señor Marriott. En mi mente solía decirle Ebert pero hasta ahora no lo había pronunciado en voz alta

Por un Nuevo AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora