Capitulo 28

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Un mes después.

Luka

– Señor llego esto a paquetería y es para usted –.

– Gracias, déjalo ahi por favor –.

– También me acaban de informar que la fusión con la empresa del señor Agreste por fin ya cerró, sólo debe firmar aquí –.

Me entregó la hoja, empece a leerla para ver que no haya ningún problema o alguna cosa que se me escape, agarre mi bolígrafo y estaba apunto de firmar cuando todos los recuerdos con Adrien me llegaron a la mente. Me llego el sentimiento pero era más mi coraje, asi que firme.

– Envíalo a paquetería y que lo manden a París para que el señor Agreste lo firme y acabe el convenio –.

– Si señor –.

Mi asistente se fue dejándome ahi solo, aunque había pasado un mes aún sentía feo por Adrien, todo lo que habíamos pasado como para que terminaramos de esa manera era horrible, no lo odiaba ni nada, aún sentía muchas cosas por él pero me enojaba cada vez que me recordaba lo que había pasado y lo sentía más por Louis que ya le tenía cierto cariño.

Adrien

– Entonces ¿Nada más firmo aquí? – pregunté.

– Si y tu divorcio estará concluido – empece a firmar la hoja, ya no había vuelta atrás.

– ¿Se lo darás a Marinette? –.

– Si, ire a verla mañana y se lo entrego –.

– De acuerdo –.

– ¿Esta todo bien Adrien? Desde que empezamos los trámites de divorcio te veo mal, decaído, ya no eres el mismo –.

– Lo estoy perdiendo todo –.

– Debes entender la decisión de tu esposa, tal vez en cuanto salga ya podrán hablar –.

– No creo Kim, ella no va a querer y ni siquiera se si va a salir –.

– No te apures Adrien, si quieres vamos al bar para liberarnos de tanta tensión por un momento –.

– Será en otra ocasión, hoy le prometí a Louis que jugaría con él –.

– Entiendo, entonces nos vemos luego – me dio un abrazo y se fue.

Después de todo lo que había pasado ya no me sentía el mismo, estaba muy arrepentido por todo lo que le dije a Luka y más porque en ese momento hablaba mi enojo, estaba frustrado y no sabía lo que decía, en consecuencia él se había ido y lo había perdido.
Mi esposa se divorció de mi y cada día perdía más, lo único que me mantenía cuerdo era mi hijo que por él yo debía mantener otra cara porque no debía notar mi tristeza.

Continuará....

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