Adrien
Iba conduciendo mi camioneta rumbo a las afueras de París para llegar al centro de rehabilitación y poder ver a mi esposa.
— Buenos días señorita, vengo a visita —.
— Si claro, su identificación por favor — saque mi cartera y le entregue mi identificación — Listo, puede pasar.
— Gracias señorita —.
Pase por el largo pasillo, me escanearon para ver si no traía algún objeto y por fin pude pasar, todos estaban ahí y yo sólo estaba buscando a mi esposa hasta que por fin la vi en un rincón viendo hacia la ventana.
– Hola cariño – volteo a verme y desvío la mirada otra vez a la ventana — ¿Cómo estás cielo? – me ignoró.
Respire profundo intentando calmarme, estaba muy enojada conmigo pero se que algún dia me lo iba a agradecer.
– Marinette hablame por favor, casi nunca puedo venir a verte y cuando lo hago sólo quiero estar bien contigo –.
– Estoy bien –.
– Gracias...¿como va el tratamiento? ¿ya te sientes mejor? –.
– Si ya lo hiciera, ya hubiera salido de aqui ¿no crees? –.
– Por favor tranquila, no quiero pelear...– respire hondo – Louis pregunta por ti –.
– Dile que estoy muerta, será más fácil de asimilar ahorita que esta chiquito –.
– No le dire eso, como crees, es un niño y él merece a su madre –.
– Búscate otra pareja para que sea su madre, yo de aquí no saldré –.
– No digas eso, vas a salir de aquí y volveremos a estar como antes –.
– ¿Eso piensas? Me quitaste el derecho de morir y te culpare por eso toda la vida, yo estaba lista para irme y vienes tu a meterme a este lugar donde no soy feliz –.
– No iba a permitir que mi esposa muriera, no te iba a dejar –.
– Se ve, ahora por tu culpa soy infeliz, odio todo y sólo pienso en morir –.
– Marinette no te voy a perder y si debes de estar aquí años aquí vas a estar, pero no te vas a morir, no mientras yo viva –.
– Lárgate – empezó a llorar – ¡LÁRGATE AHORA! – empezó a alterarse tanto que los médicos tuvieron que ayudarla.
La agarraron de los brazos y se la llevaron, yo no podía verla asi pero era la única forma en la que ella iba a estar mejor.
– Señor Agreste – vi al doctor Jackson quien era el que atendía a Marinette.
– ¿Como va mi esposa? –.
– No hay progreso, ella no quiere hablar conmigo y se cierra en su mundo, en las noches la oímos llorar y a veces se altera muy rápido, tiene medicamento y pues son altas las dosis que le damos para que duerma porque si no te altera bastante –.
– Ya lleva un año aquí y ¿no hay progreso? –.
– Lo lamento señor Agreste, pero seguiré intentando hasta que ella se abra, porque algo tiene algo traumante le sucedió que bloqueó totalmente su mente y sólo quiere olvidarlo pero no puede –.
– He intentado saber que le pudo ocurrir pero nada, no hay evidencia –.
– Ella nos tiene que decir y lo hará, por lo mientras le recomiendo que ya no la visite, sólo hasta que empiece a mejorar yo le llamaré –.
– Creo que eso será lo ideal –.
– Ella se pondrá mejor, va a ver que si –.
Continuará...
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Reescribamos el destino
RomanceAdrien es un empresario muy exitoso que siempre busca la perfección, su pequeño hijo Louis siempre lo esta acompañando porque él es vital para la vida de su padre. Aunque detrás de todo eso se esconde un fuerte dolor que causará problemas en la vida...