Capitulo 04

43 3 0
                                    

Adrien

Iba conduciendo mi camioneta rumbo a las afueras de París para llegar al centro de rehabilitación y poder ver a mi esposa.

— Buenos días señorita, vengo a visita —.

— Si claro, su identificación por favor — saque mi cartera y le entregue mi identificación — Listo, puede pasar.

— Gracias señorita —.

Pase por el largo pasillo, me escanearon para ver si no traía algún objeto y por fin pude pasar, todos estaban ahí y yo sólo estaba buscando a mi esposa hasta que por fin la vi en un rincón viendo hacia la ventana.

– Hola cariño – volteo a verme y desvío la mirada otra vez a la ventana — ¿Cómo estás cielo? – me ignoró.

Respire profundo intentando calmarme, estaba muy enojada conmigo pero se que algún dia me lo iba a agradecer.

– Marinette hablame por favor, casi nunca puedo venir a verte y cuando lo hago sólo quiero estar bien contigo –.

– Estoy bien –.

– Gracias...¿como va el tratamiento? ¿ya te sientes mejor? –.

– Si ya lo hiciera, ya hubiera salido de aqui ¿no crees? –.

– Por favor tranquila, no quiero pelear...– respire hondo – Louis pregunta por ti –.

– Dile que estoy muerta, será más fácil de asimilar ahorita que esta chiquito –.

– No le dire eso, como crees, es un niño y él merece a su madre –.

– Búscate otra pareja para que sea su madre, yo de aquí no saldré –.

– No digas eso, vas a salir de aquí y volveremos a estar como antes –.

– ¿Eso piensas? Me quitaste el derecho de morir y te culpare por eso toda la vida, yo estaba lista para irme y vienes tu a meterme a este lugar donde no soy feliz –.

– No iba a permitir que mi esposa muriera, no te iba a dejar –.

– Se ve, ahora por tu culpa soy infeliz, odio todo y sólo pienso en morir –.

– Marinette no te voy a perder y si debes de estar aquí años aquí vas a estar, pero no te vas a morir, no mientras yo viva –.

– Lárgate – empezó a llorar – ¡LÁRGATE AHORA! – empezó a alterarse tanto que los médicos tuvieron que ayudarla.

La agarraron de los brazos y se la llevaron, yo no podía verla asi pero era la única forma en la que ella iba a estar mejor.

– Señor Agreste – vi al doctor Jackson quien era el que atendía a Marinette.

– ¿Como va mi esposa? –.

– No hay progreso, ella no quiere hablar conmigo y se cierra en su mundo, en las noches la oímos llorar y a veces se altera muy rápido, tiene medicamento y pues son altas las dosis que le damos para que duerma porque si no te altera bastante –.

– Ya lleva un año aquí y ¿no hay progreso? –.

– Lo lamento señor Agreste, pero seguiré intentando hasta que ella se abra, porque algo tiene algo traumante le sucedió que bloqueó totalmente su mente y sólo quiere olvidarlo pero no puede –.

– He intentado saber que le pudo ocurrir pero nada, no hay evidencia –.

– Ella nos tiene que decir y lo hará, por lo mientras le recomiendo que ya no la visite, sólo hasta que empiece a mejorar yo le llamaré –.

– Creo que eso será lo ideal –.

– Ella se pondrá mejor, va a ver que si –.

Continuará...

Reescribamos el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora