Baby Sunghoon [Minlix]

34

Felix estaba sentado en el sillón de su sala viendo a Sunghoon armar un rompecabezas. Ya eran las nueve y se sentía muy cansado.

—Mami.— Sunghoon lo sacó de sus pensamientos.

—Mande amor.—

—¿Papi no vendrá hoy?— Cierto, Minho  ni siquiera había dado señales de vida. Tomó su teléfono y buscó el contacto de Minho.

Dudó en llamarlo, tal vez estaba ocupado, pero aún así lo hizo.

—¿Bueno?— Contesto una voz femenina desde la otra línea.

—¿Está Minho?— Pregunto sin más. No tenía ganas de nada.

—Oh Minho, bueno el ahorita esta en el baño. Espera... ¡Minho!—

—¡¿Qué?!— Escucho el gritó.

—Un tal "Lixie el amor de mi vida" te esta buscando.— Quiso reír por el apodo pero se mantuvo serio.

Minho corrió desde el baño y le arrebató el teléfono a Ryujin.

—Te dije que no estuvieras de
chismosa.—

—Ti diji qui ni istiviiris di chismisi.— Arremedo antes de volver a su teléfono.

Minho regresó al baño y lo puso en altavoz.

—¿Es en serio?— Dijo Felix.

—Si te vas a burlar de como te tengo agendado mejor no hables.— El omega río captando la atención de su hijo.
—¿Pasó algo?—

—No realmente, solo Sunghoon estaba preguntando por tí.— Sunghoon se sentó en las piernas de su mami y agarró el teléfono.

—Hola papi.—

—Hola bebé, ¿Como a estado el niño más bonito de todo el mundo?—

—¡Eso lo dijiste cuando nació Sunoo!—  Gritó Ryujin atrás de la puerta.

—¡Ya vete por el amor a dios! ¡¿No tenías una cita?!—

—¡Me cancelaron, pero ire a comer. Dile a tu Lixie que ya lo quiero conocer!— Minho aventó una toalla a la puerta y Ryujin se fue riendo.

—Lo siento, mi hermana es un poco, muy, enfadosa.—

—Si, se parece a tí.— Sunghoon y Felix  rieron pero a Minho eso ni cosquillas le hizo.

—Estoy bien papá.— Contestó Sunghoon  después de reírse.

Sunghoon siguió hablando con Minho  por mucho tiempo, Felix tampoco se quedó atrás y los tres entablaron una conversación muy bonita.

Cuando el reloj marco las 10:30 Felix le dijo a Sunghoon que ya era muy tarde. Sunghoon entendío y se despidió de sus papás para ir a su habitación.

—Felix, mis papás quieren que te llevé a casa.— Ya había pasado dos semanas desde lo ocurrido con la mamá de Minho.

—¿Cuándo?—

—Mañana. Mamá les dijo a todos pero no quiere hacerlo público porque sería mal visto. Mis hermanos lo tomaron bien pero mi padre no tanto. Reaccionó peor que mi mamá. Y probablemente si no nos dicen que nos separemos nos dirán que nos casemos.—

—Eso es muy pronto, yo no estoy listo para eso.—

—Yo sé que no, pero mis padres son muy exigentes. De todos modos no dejaré que decían por nosotros, no te preocupes cariño.— Felix se sonrojó por lo último. Minho había agarrado esa costumbre de llamarlo por apodos cursis.

—Esta bien, pero si yo te digo que me quiero ir nos sacas enseguida.—

—Lo prometo.—

—Ya me tengo que ir a dormir, que descanses, amor.— Felix colgó antes de que le diera vergüenza y se fue a acostar.

Mientras tanto Minho estaba con una sonrisa boba en la cara. Le había llamado "amor", eso significaba que era su amor. Minho durmió muy feliz esa noche y Felix también.