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La idea de Minho de permitir a sus empleados que trajeran a sus hijos había sido un éxito. Todo un piso fue remoledado solo para los pequeños.
Ese día Felix permitió que Sunghoon fuera con Minho a su trabajo.
Mientras el mayor revisaba documentos, el menor, estaba en la pequeña sala que tenía la oficina del alfa, coloreando y comiendo muchas golosinas.
Lo que había pasado entre Felix y Minho no se habló más y lo dejaron así. Felix prefería evitar esa conversación, aún no estaba listo según él.
—¿Qué haces pequeño?— Preguntó Minho mientras se sentaba en el sillón. Sunghoon levantó su cabecita y le sonrió al alfa.
—En la escuela me dijieron que dibujara a mi familia, pero no lo pude hacer. Por eso lo estoy haciendo ahorita.—
Minho asintió y acarició a Sunghoon en la cabeza.
—¿Y puedo ver?—
El menor asintió y le dió la hoja a Minho. Este simplemente se quedó callado viendo el dibujo.
En este estaba dibujado un hermoso campo llenó de flores y animales y en medio de la hoja estaban sentado Felix, Sunoo y él. Quería llorar pero eso asustaría al menor. En el dibujo parecía una familia sin problemas y feliz.
—¿Por qué estoy yo en el dibujo Sunghoon?—
Sunghoon se sentó ya lado suyo y tomó una de las manos del alfa y las envolvió con las suyas, o eso intento ya que Minho tenía manos muy grandes.
—Mami me quiere mucho muchote, pero no me dice muchas cosas.— Minho miraba como Sunghoon acariciaba su mano y su vista se mantenía en le piso, sus piecitos colgaban y los movía.
—Los niños del piso de abajo me dijieron que aquí trabajan sus papis o mamis, pero mami no trabaja aquí y tú sí. Mami creé que estoy chiquito pero ya me doy cuenta de muchas cosas, mami es buena conmigo y me educa bien pero eso no quita que los niños me pregunten por mi papi.—
—No me gusta que hagan eso porque me recuerdan que mami tal vez no es feliz por mi culpa, "Un omega siempre tiene que tener un alfa que lo cuide". Esas fueron las palabras que se quedaron en mi mente pero, ¿Por qué mi mami no tenía un alfa?—
—Tú me quieres y yo te quiero, mami te quiere. Pero es muy terco siempre dice mi abuela. Yo quiero que tú seas mi papi y puedas ser feliz junto con mi mami. Por eso te pongo en el dibujo porque yo sé que eres mi papi.—
Minho desde la mitad de la conversación ya estaba llorando y Sunghoon también. Minho cargó a Sunghoon y lo abrazó sintiendo las manitas de Sunghoon aferrarse a él.
—Por favor no te vayas, que mami y yo lloraremos mucho muchote.— El llanto de Sunghoon se hizo más fuerte y el de Minho igual.
—No lo haré hijo, me quedaré siempre a su lado lo prometo.—
Y así se permitieron llorar todo lo necesario. Y Felix, él se permitió escuchar todo desde la puerta y con una sonrisa decidió llamar a su mamá.
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