Capítulo 11: La verdad.

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La vuelta de Simon fue un alivio para todos. Después de ir al bosque, Bella y yo condujimos hasta su casa, no sin antes dar el aviso a todos los que le estaban buscando. Durante todo el camino nos mantuvimos en silencio pero no pude pasar por alto las miradas que Simon le echaba a Bella a través del retrovisor, en ellas había una mezcla entre odio, miedo, confusión pero hasta que nuestras miradas no se cruzaron no fui capaz de ver de que él era un reflejo de mi, un reflejo de todo lo que yo sentía en este momento pues estaban sucediendo cosas que no lograba comprender.

Cuando Bella se detuvo en la puerta de su casa se giró para ver a Simon quien se desabrochaba el cinturón loco por salir de ahí. 

- Espera.- le dijo Bella. No esperaba que Simon fuese a escucharla y, efectivamente, no lo hizo. Salió del coche a toda prisa hasta ponerse a mi lado y abrir la puerta del copiloto.

-Vámonos de aquí, Layla.- dijo agarrándome del brazo y tirando de mí. Aún no me había quitado ni el cinturón.

- No puedes contar lo que ha pasado, Simon.- continuó Bella. 

- ¿Cómo que no?- ironizó.- estás enferma, eres...no sé ni qué coño eres pero voy a ir a la policía.

- ¿A decirles qué? ¿que te secuestraron unos alienígenas? ¿En serio?- bufó ella y eso pareció hacerle pensar.- No solo van a tomarte por loco si no que los que te han hecho esto van a volver  a por ti, Simon, a por ti y a por tu familia y te aseguro que no son nada amigables.

- Tengo testigos.- dijo mirándome a mi. Mierda.-ahora entiendo todo, ¿Eso fue lo que te pasó, no? Por eso desapareciste, te abdujeron y te borraron la memoria.- y esta vez me miró con pena.- Dios sabe lo que te habrán hecho...

-Simon...-. comencé. Técnicamente sí, eso fue más o menos lo que pasó. 

- Vámonos. 

En ese momento, varios coches aparcaron descuidadamente sobre la acera. Sabíamos que eran la familia de Simon y los demás. Miré a Bella pero no dije nada, solo cerré la puerta del coche con cuidado y caminé hacia donde estaban los demás. 

-No digas nada.-le pedí. Él me miró como si me hubiese vuelto loca.- te lo explicaré todo pero deja que averigüe qué ha pasado.

-Lay...- comenzó con cara de ''no puedes estar hablando en serio''. 

-Por favor.- supliqué. 

-¡Simon!- oímos a su madre gritar. Simon no dijo nada, me adelantó un par de pasos y se fundió en un abrazo con su madre, quien había venido corriendo hasta él- ¿estás bien?

-Sí.- respondió. Me giré para ver si Bella seguía ahí pero ya se había ido. 

-¿Qué te ha pasado, hijo?- le preguntó su padre. 

Simon me miró y por unos segundos le vi dudar. Supliqué con los ojos que no dijera nada. 

- Fui a dar un paseo esta mañana pero me tropecé y...ya no recuerdo más.- contestó. En ese momento solté todo el aire que no sabía que había estado reteniendo. 

- Vamos a llevarte a urgencias a que te vean- dijo su madre.

- Escríbeme ¿vale?- le dije a Simon. Él asintió pero parecía demasiado en shock. No sé si mañana recordará algo de esto. 

Me junté con el resto del grupo en lo que Simon y sus padres se marchaban en el coche. Todos querían saber cómo lo habíamos encontrado y tuve que dar una versión un poco maquillada de cómo le habíamos encontrado realmente y una justificación a por qué Bella no se había quedado con nosotros. 

Llegamos a casa y nada más entrar comencé a subir las escaleras hacia mi habitación.

- Voy a acostarme, ha sido un día larguísimo.- les dije a mis padres que venían detrás de mi. 

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