𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐎𝐋 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ━━BNHA

OO7 : ʟʟᴇɢᴀᴅᴀ ᴀ ʟᴀ ᴜsᴊ

Aquel día Saiko se levantó más tranquila de lo normal, el motivo, su hermano se marchó antes que ella porque tenía trabajos importantes que realizar con los de su clase. Noticia dicha por su madre, aquello la entristeció, sus ánimos se encontraban por el piso y ni siquiera desayunó gracias a que su apetito desapareció tras ello.

Sus pasos eran casi arrastrados mientras iba camino a la casa de su cenizo amigo gruñón, lo esperó fuera algunos minutos hasta que finalmente los típicos gritos de madre e hijo se escucharon en la entrada de la casa, seguida de un fuerte portazo que la hizo levantar la vista al chico que caminaba de forma malhumorada a la par que murmuraba. Sin embargo al ver a la chica sola hizo que sus cejas se fruncieran, la rubia no parecía tener ganas ni de seguir respirando, aquel brillo que caracterizaba sus ojos no estaba y eso preocupó un poco al muchacho pero no lo demostró.

—¿Y el abuelo? —preguntó el cenizo de forma directa y con su típico tono malhumorado de siempre. Saiko soltó un suspiro casi llegado a la tristeza a la par que un disimulado puchero se formaba en sus labios.

—Se fue antes, mamá me dijo que tuvo un trabajo que realizar con su clase.

—¿Y por eso tienes cara de que pisaste mierda?

Saiko dio un suspiro mientras restregaba sus ojos con cansancio, soltando un pequeño quejido cuando el cenizo le dio un golpe en la frente y chasqueaba la lengua algo molesto pasando a su lado con las manos en los bolsillos.

—No seas idiota, sé que odias ir sin el nerd de Hiro, pero lo verás en la U.A ¿no? —Saiko dio media vuelta mientras poco a poco el brillo de alegría volvía a ella—. Tsk, así que deja esa actitud que solo me dan ganas de golpearte para acomodarte el cerebro.

Saiko rio mientras asentía con una nueva sonrisa, Katsuki sabía animarla... a su manera. 

Ambos jóvenes caminaban con tranquilidad en dirección a su escuela, la rubia iba hablando hasta por los codos mientras el cenizo mantenía su expresión de molestia, sin embargo la escuchaba atentamente. Dentro de un determinado tiempo llegaron a las puertas de la academia, pero esta estaba llena de entrevistadores, Katsuki siguió su camino con normalidad siendo seguido de Saiko, quien guardaba silencio para no llamar tanto la atención de las personas, en vano ya que apenas a unos pasos de la entrada toda aquella gente los rodearon de forma inmediata, sofocando un poco a la rubia.