▂▂ꗃ ⿻ ⬪𖥦 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐎𝐋 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃
❝ Tener miedo no es algo
que vaya conmigo, prefiero
arriesgarme para conocer mis
límites, mirar más allá de lo que
pueda imaginar ❞
𝒊. Ixana_ 2022 Ⓒ︎
𝒊𝒊. ʙᴏᴋᴜ ɴᴏ ʜᴇʀᴏ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍ...
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⋆🩸⋆ ─── DESPUÉS DE LOS SUCESOS sus padres pusieron el grito al cielo, era noticia novedosa que la hija del héroe número cuatro estuvo a punto de morir a manos de un villano. Fujio estuvo a punto de caer en un estado de depresión con sólo imaginar una vida sin sus retoños.
Aunque Saiko comenzó a sobre exigirse a si misma, eso había afectado un poco su orgullo y su confianza, el no poder mover ni un músculo y actuar sin pensar casi le cuesta la vida, probablemente su padre la hubiera regañado en esos momentos y le diría que en esas situaciones se debe mantener la cabeza fría y no actuar con el pánico impregnado en el cuerpo.
Hiro estuvo consciente de que su hermana llegaba cada vez más demacrada a casa, al igual que Katsuki, aunque al cenizo parecía que no le había afectado en lo más mínimo. El albino no había soltado palabra con respecto al incidente, tampoco quería hacerlo, no quería volver a recordarles esos momentos y tampoco él, un dolor se instalaba en su pecho cada que su mente repetia esas imágenes.
Faltaba un mes para que comenzaran las pruebas de ingreso a la Academia de héroes U.A. Saiko estaba como siempre en el patio entrenando, se cuerpo se movía ágilmente por toda el área verde lanzando puñetazos y patadas al aire. Hiro la observaba desde la ventana de su habitación. Desde ese lugar podía notar sus ojeras por la falta de sueño y como cada vez se veía más pálida, hasta su cabello se veía con menos vida y ni siquiera brillaba como antes lo hacía, le tenía preocupado.
―¿Saiko sigue entrenando? ―su madre entró a la habitación asustandole, no la sintió llegar.
Se acercó a la ventana colocándose a un lado de Hiro y ambos observaron a la rubia, la cual ahora sostenía una botella de agua en sus manos y la veía de forma fija, sin moverse.
―Si, creo que ahora podría noquear a Katsuki con esa fuerza mounstrosa ―admitió de brazos cruzados.
―Falta poco para que comiencen las pruebas de ingreso ¿no? ―preguntó de repente, el albino la miró de reojo.
―Estamos a un mes de las pruebas ―respondió suspirando con cansancio.
―¿Que les parece si vamos a cenar hoy? ―le dijo con una sonrisa, que Hiro la interpretó como triste.
