~ NARRADOR ~
Justo en el momento de ver como Jude se había quitado a la camisa para trabajar quitando esos árboles, era lo más sexy que habían visto los ojos de Dalilah, no sabía cómo realmente reaccionar ahora cuando tenía a unos metros el hombre más sensual que había visto. Mientras que lo veía, podía sentir como sus piernas estaban temblando otra vez, recordó como aquellas manos habían tomado su cuerpo, haciéndola perder todo lo bueno que tenía en la cabeza. Ahora no entendía como un hombre había hecho tanto en su cuerpo cuando apenas le conocía. Lilah se había quedado mirándolo desde la ventana, tenía su cuerpo rodeando su cuerpo, por suerte estaba en el segundo piso de la casa, si no él podría darse cuenta perfectamente de lo que estaba pasando.
—A la mierda —ella se separó de la ventana y se tiró a la cama, tratando de apartar aquellos pensamientos de su cabeza, aunque ya lo había probado una vez, la tensión de volver a hacerlo era lo que más estaba atormentando su cabeza justo ahora. La mujer subió sus pies la cama dejando flexionada sus rodillas. En su cabeza ahora había demasiadas cosas, sobre todo tenían que ver con Jude, la culpa llegó a su cuerpo cuando se sintió parte suya, nunca alguien la había hecho sentir de esa forma. Egoísta más bien tendría que ser la palabra, ya que, por un momento, sintió miedo de que él pudiera estar con alguien más de la misma forma que había estado con ella, no podía imaginar a alguien como él con alguien más cuando se había sentido tan personal.
Mientras estos pensamientos estaban sobre su mente, la mano de la mujer caminó hasta su pecho, quitando la toalla, ahora no sabía si eran gotas de agua lo que estaba sobre su piel o era sudor por la excitación que estaba comenzado a aparecer en su centro. Nuevamente, se repetía que nunca había sentido eso, pero parecía ser un mantra que estaba repitiéndose una y otra vez para sentirse menos culpable, ya que una nueva sensación siempre era algo que dejaba marca, por eso ahora no podía dejar de pensar en el hombre.
Aquella misma mano que había quitado la toalla y la había dejado desnuda en la cama, fue la misma que fue hasta su pecho, ahora tenía los pezones erectos, podrían ser por dos cosas, el frío que había entrado por la ventana ligeramente abierta o era por estar pensando en las manos del hombre sobre ella. Cualquiera de las dos razones era bastante válido como para estar tocándose así. Trató de replicar los mordiscos que había dejado el hombre sobre esa zona con la punta de sus dedos, sin mucho éxito, pero el placer estaba cercano, ella sola estaba dispuesta a hacerse sentir como la había hecho sentir Jude, tal vez no podría acercarse, pero sus dedos podrían ayudar a esto.
Ella olvidó por completo que había dejado la ventana abierta y que sus gemidos no eran nada disimulados, pero ahora con lo que estaba sintiendo era poca la vergüenza que tenía de que alguien pudiera escucharla. Mientras tanto seguía tocando sus senos con delicadeza, pero de vez en cuando, estaba tirando de ellos con algo de fuerza tratando de imitar lo que él había hecho con ellos. Cuando se cansó de eso, hizo que una de sus manos viajará hasta su pelvis. Tocando primero la entre piernas, con algo de fuerza y luego lento, tratando de mantener en su mente lo que Jude había hecho, siempre pensando en él. Seguramente había sido notable el hecho de que estaba pensando en él, ya que su nombre había salido varias veces de su boca, inconscientemente. Tal vez llamándolo con la mente para que fuera el quién estuviera tocándola.
Luego de hacer un viaje de sus piernas, pasó su mano por toda su vagina, sintiendo como la punta de sus dedos se había mojado de sus propios fluidos, ni siquiera tenía que tener a Jude cerca para estar así de húmeda, lista para lo que él quisiera hacerle. Sus dedos lentamente comenzaron a quitar el clítoris, se había despertado bastante rápido desde que había visto como Jude estaba trabajando hace unos minutos, ahora necesitaba un poco de cariño para calmar lo que su cuerpo estaba sintiendo.
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Seduciendo al Criminal | +18
RomanceÉl no era un criminal, conocí su corazón y se lo robé. No había nada que pueda hacer para cambiar el pasado, ambos habíamos hecho cosas horribles, pero eso no podía afectar nuestro futuro. Éramos inestables, estábamos rotos, pero no podíamos estar s...